La policía reconoce el heroísmo de 3 japoneses que salvaron milagrosamente a un hombre

Cuando el coraje, la solidaridad y la suerte se dan de la mano ocurren cosas extraordinarias.

La policía de la ciudad de Inzai, ubicada en la prefectura de Chiba, distinguió a tres personas por salvar la vida de un hombre.

La historia, que recogen el sitio SoraNews24 y Yahoo! Japan, comenzó el 23 de mayo a las 7:50 a. m., cuando un hombre que conducía un camión en una carretera de Chiba de pronto tuvo un ataque el corazón. El vehículo, sin control, comenzó a andar a la deriva.

Detrás del camión iba Keizo Nagahara, empleado de una empresa de automóviles,  rumbo a su trabajo en Inzai. Nagahara notó que el camión desprendía nubes de humo debido a sus fricciones con una pared ubicada a un lado de la carretera.

El hombre se dio cuenta de que el conductor se había desplomado y que a unos 500 metros había una intersección.

Nahagara pensó rápido y actuó con decisión: adelantó su coche para ponerse delante del camión y hábilmente provocó un choque controlado. Así logró detener el camión.

El hombre no solo sacrificó su propio carro para evitar una tragedia, sino que además puso en riesgo su vida.

Hasta ahí, había resuelto una parte del problema. Sin embargo, dentro del camión estaba un hombre inconsciente que necesitaba atención médica urgente para no morir.

Nagahara fue al camión a ver al conductor, pero debido a que era hora punta y muchos coches circulaban por la carretera, tomó una bengala que encontró en el camión y la encendió para desviar el tráfico. Mientras tanto, llamó a los servicios de emergencia.

Quiso la suerte que uno de los carros que pasaron por el lugar del accidente fuese el de la enfermera Miyako Ito (50). La mujer estaba yendo a un hospital en la ciudad de Funabashi. Intuyendo que algo iba mal, Ito detuvo su coche, se apeó y corrió hacia el camión.

Mientras Nagahara, bengala en mano, dirigía el tráfico, Ito se metió en el camión y notó que el conductor había dejado de respirar. La enfermera intentó sacarlo pero el camionero era muy grande para que ella sola pudiese hacerlo.

Quiso la suerte por tercera vez (la primera por Nagahara y la segunda por Ito) que por el lugar pasara Satoshi Kobata (39), compañero de trabajo de Nahagara. Cuando Kobata vio a su colega en la carretera dirigiendo el tráfico, detuvo su coche y corrió al camión, donde vio a la enfermera intentando mover al camionero.

Kobata e Ito lograron sacar a la víctima del camión.

La enfermera sabía que tenía actuar de prisa para salvar al camionero y le aplicó reanimación cardiopulmonar durante veinte minutos. El hombre, sin embargo, no reaccionaba.

Por suerte, llegaron los paramédicos y la víctima fue llevada a un hospital en un helicóptero.

El hombre se recuperó y el médico a cargo elogió a la enfermera por su decisiva y casi milagrosa intervención.

La policía de Inzai organizó una ceremonia para reconocer el heroísmo de Nagahara, Ito y Kobata con sendos diplomas.

Con modestia, la enfermera dijo que no podría haber actuado sin la intervención de los dos hombres.

Kobata, que ayudó a Ito a sacar a la víctima del camión, también recibió la distinción con modestia. «Lo más importante es que (el camionero) se está recuperando sin ningún efecto adverso. Es bueno que hayamos podido ayudar», dijo.

Por su parte, Nagahara, con quien empezó esta increíble historia de trabajo en equipo, feliz por haber ayudado a un hombre que tenía familia, reflexionó sobre lo extraña que puede ser la vida (para bien), refiriéndose al hecho de que por casualidad estuvieran los tres justo cuando el camionero sufrió el ataque. Bendita suerte. Y benditos los tres. (International Press)