El Banco de Japón (BoJ) inició hoy su reunión mensual, en la que se espera una revisión al alza de su previsión de crecimiento económico para el ejercicio actual y que mantenga intacto su programa de flexibilización monetaria.
En la reunión, que se prolongará hasta el jueves, el banco central nipón tiene previsto aprobar su informe trimestral sobre las perspectivas económicas y de precios para el actual ejercicio fiscal, que concluirá a finales de marzo de 2018.
El informe anterior, publicado en enero, incluía una previsión de crecimiento del 1,5 por ciento para el Producto Interior Bruto (PIB) nipón para este ejercicio, cifra que podría incrementarse ahora en algunas décimas, según dijeron fuentes próximas a la entidad al diario nipón Nikkei.
Esta revisión reflejaría la evolución positiva que atraviesa la tercera economía mundial gracias a la mejora de la coyuntura global -sobre todo por el repunte de China- y al incremento de las exportaciones niponas y de las inversiones de capital corporativo, indicadores clave para la economía nipona.
Tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se han hecho eco de esta tendencia y han revisado recientemente al alza sus estimaciones de crecimiento para el PIB nipón.
En cambio, las previsiones de inflación del BoJ podrían revisarse a la baja ante la persistente debilidad de los precios, lo que mantiene alejada la meta de alcanzar una cifra del 2 por ciento fijada por el banco central nipón.
En su informe de enero, el BOJ preveía una inflación del 1,5 por ciento para el ejercicio en curso gracias a la recuperación de los precios de la energía.
El BoJ lleva desde 2013 intentando impulsar la subida de precios, aunque el abaratamiento del petróleo durante 2016 socavó los efectos de su programa y le ha obligado a retrasar la consecución de su objetivo varias veces hasta después de 2018.
Los miembros de la junta de política monetaria del BoJ también tienen previsto analizar riesgos geopolíticos que podrían afectar a la economía nipona o a los mercados, y en particular el incremento de la tensión en la península de Corea, señalaron fuentes de la entidad a la agencia nipona Kyodo.
Pese a que algunos analistas han apuntado a la necesidad de medidas adicionales de estímulo en el citado contexto, no se espera que el BoJ modifique su programa basado en la flexibilización «cuantitativa y cualitativa» y el control de la curva de rendimientos. (EFE)
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