Apenas el 14 % de los miembros del Parlamento de Japón son mujeres, mientras que en las asambleas locales el porcentaje se sitúa en 15 %.
Para promover la participación de las mujeres en política es clave el combate al acoso. El año pasado, la Ley de Promoción de la Igualdad de Género en el Ámbito Político fue modificada para que los gobiernos locales realicen capacitaciones contra el acoso sexual.
De acuerdo con un estudio realizado en Japón a 98 mujeres que son o han sido legisladoras nacionales o locales, casi el 30 % (27 personas) fue blanco de acoso sexual, informa Mainichi Shimbun.
10 dijeron haber sido víctimas de hostilidad debido a su género (comentarios sexistas, por ejemplo).
El acoso provino tanto de votantes como de colegas políticos.
La investigación llevada a cabo por Woman Shift, una red de jóvenes legisladoras nacionales y locales con sede en Tokio, y Polilion, una organización en la prefectura de Gifu que realiza capacitaciones contra el acoso, también recogió testimonios de las encuestadas:
“Me amenazaron con que si no los besaba, no votarían por mí”.
“Me pidieron que les vendiera mis pantimedias”.
Un votante le dijo a una legisladora que se dejara tocar las nalgas.
A otra, miembros relacionados con su partido le hicieron propuestas sexuales y le pidieron “evaluar” el tamaño de sus senos.
Un legislador le dijo a una colega que que “las mujeres en política deben permanecer calladas”.
A las políticas, sobre todo en sus primeros años, cuando no tienen una arraigada base de apoyo, les cuesta hablar sobre las experiencias de acoso que sufren debido a que cree que tienen que aguantar para reunir votantes, advierte Mari Hamada, directora de una organización en Tokio que apoya a políticas que han sufrido acoso sexual.
No obstante, eso está cambiando y en los últimos años son cada vez más las mujeres que comparten experiencias de acoso.
El sondeo también incluyó a 100 hombres, de los cuales 3 reportaron acoso sexual. (International Press)
