El gobierno de Japón tiene un ministro que no sabe resistir el asedio de la prensa y pierde los papeles. Su nombre es Masahiro Imamura y está a cargo del Ministerio de Reconstrucción.
Imamura convocó a una conferencia de prensa para dar cuenta de los esfuerzos del gobierno para reconstruir las zonas afectadas por el terremoto, el tsunami y el desastres nuclear de 2011.
Los subsidios de vivienda para los damnificados de Fukushima que voluntariamente migraron (no aquellos a quienes se ordenó que abandonaran sus viviendas por estar ubicadas en zonas de evacuación) culminaron el mes pasado.
¿Y ahora? ¿Qué será de ellos sin la ayuda estatal? Eso quiso saber un reportero, que le preguntó al ministro que está haciendo el estado para ayudar a los evacuados voluntarios. El periodista le recordó al ministro que el mes pasado un tribunal determinó que el estado y el operador de Fukushima eran responsables por el desastre nuclear.
Imamura dijo que el gobierno central ha delegado dichos asuntos a las autoridades locales, que están más familiarizadas con la situación de los evacuados.
El ministro afirmó, además, que lo que decidan hacer los evacuados es “su propia responsabilidad, su propia elección”.
El reportero insistió y le preguntó si el Estado no debería asumir una mayor responsabilidad en el cuidado de los evacuados.
Eso alteró al ministro.
«Estamos asumiendo la responsabilidad. ¿Por qué estás diciendo algo tan grosero?», gritó Imamura. Acto seguido, señalándolo con el dedo, le exigió que retirase lo dicho y lo echó de la conferencia.
Sin embargo, el que terminó yéndose fue él. Mientras salía alguien le dijo que estaba causando problemas a los evacuados. Imamura reacionó gritándole que se callara.
El ministro portavoz Yoshihide Suga dio después una conferencia de prensa para informar de que Imamura se había puesto emotivo y no había logrado mantener la calma.
Imamura se disculpó posteriormente y dijo lo mismo que le informó a Suga: que se había puesto emotivo. (International Press)
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