En mayo de 2010, una mujer abandonó la casa que compartía con su esposo llevándose a la hija de ambos.
El padre decidió acudir a la justicia para recuperar a su hija.
En un extraño fallo, el Tribunal de Familia de Matsudo, Chiba, otorgó la custodia al padre alegando que este ofrecía más tiempo de visita a su excónyuge que a la inversa. Para ponerlo en cifras: el hombre dijo que si ganaba la custodia, permitiría que su exesposa viera a la niña cien días al año. La mujer dijo que si mantenía la custodia permitiría al hombre ver a su hija una vez al mes.
El Tribunal Superior de Tokio revocó la decisión del Tribunal de Familia de Matsudo, informó la agencia Kyodo.
El tribunal tokiota determinó que la niña de nueve años debe seguir viviendo con su madre para no perturbar su ritmo de vida y porque la pequeña desea continuar con su mamá.
«La hija ha estado viviendo con su madre, está creciendo de manera sana y desea seguir viviendo con su madre en el futuro», dijo el presidente del tribunal.
Para el tribunal, el número de días de visita permitidas no debe ser el único criterio para decidir a quién entregarle la custodia; además, tiene menos importancia que otros factores.
La niña necesita estabilidad. El tribunal sostuvo que si la pequeña de nueve años tuviese que estar yendo y viniendo entre las casas de sus padres (no olvidar que el padre prometió cien días de visitas) sus relaciones sociales, en la escuela y con sus amigos, podrían verse afectadas, además de la carga física que representaría el constante trasiego.
Para el tribunal, una visita mensual es lo apropiado.
El hombre, que no ve a su hija desde septiembre de 2010, ha apelado el fallo. (International Press)
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