Es la primera vez que se realiza esta tarea
Cooperativas de pescadores de Fukushima han comenzado a retirar residuos del fondo marino de las aguas cercanas a la accidentada central nuclear con vistas a reiniciar el próximo marzo la pesca en la zona, según confirmaron hoy.
Desde el pasado lunes, una treintena de barcos pesqueros emplean sus redes para retirar escombros, restos de madera y otros residuos del fondo marino en una zona de entre 5 y 20 kilómetros en torno a la central de Fukushima Daiichi, explicó a Efe una portavoz de la cofradía pesquera de la localidad de Iwaki.
Se trata de la primera vez que se realiza esta tarea en unas aguas donde los niveles de isótopos radiactivos son considerados seguros, según las mediciones realizadas por la operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO) y corroboradas por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OEIA).
El objetivo de recoger estos restos arrastrados por el tsunami que arrasó la zona en 2011 es facilitar la recuperación del hábitat marino, con el fin último de retomar las actividades pesqueras que fueron suspendidas en la zona próxima a la central tras el accidente nuclear desencadenado por la catástrofe natural.
La cooperativas pesqueras de las localidades de Soma, Futaba e Iwaki, cercanas a Fukushima Daiichi, tienen previsto llevar a cabo las tareas de limpieza hasta el próximo febrero, y desde marzo realizarán capturas de prueba para comprobar el estado de los stocks de peces en la zona, según el diario Sankei.
Los pescadores de la región sólo pueden pescar ciertas especies en determinadas zonas y someter sus capturas a estrictos controles, y han sido uno de los colectivos profesionales más castigados por la peor catástrofe nuclear desde la de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
Desde septiembre de 2015, TEPCO realiza vertidos controlados al Océano Pacífico de agua contaminada procedente de la central y tratada para eliminar todos los isótopos radiactivos a excepción del tritio, una iniciativa que fue aceptada por las cooperativas de pescadores locales tras su oposición inicial.
Asimismo, los residuos retirados del fondo marino serán analizados para comprobar si están contaminados de radioisótopos y almacenados en los depósitos temporales para estos restos instalados en la zona.
Las fugas y vertidos resultantes del accidente aún impiden que miles de personas que vivían cerca la central puedan regresar a sus casas, y también han afectado gravemente a la agricultura y la ganadería locales. (EFE)
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