Chica secuestrada en Japón revela que nadie quiso ayudarla a huir

Kabu Terauchi


Menor estuvo dos años encerrada por un hombre que dice haber sufrido ijime


En marzo de 2014, el estudiante Kabu Terauchi (24) secuestró a una niña de 13 años en Saitama. Dos años después, la menor, aprovechando que el hombre había salido y dejado sin llave el apato en Tokio en el que estaba encerrada, logró huir y llamar a la policía desde un teléfono público.

Terauchi intentó suicidarse con un cúter y fue encontrado lleno de sangre en una calle en Shizuoka. El sujeto fue trasladado a un hospital y arrestado al ser dado de alta.

El juicio al que está siendo sometido en el Tribunal de Distrito de Saitama está sacando a flote detalles de la pesadilla que vivió la menor.


La chica, de acuerdo con su testimonio hecho público durante la sesión, perdió la esperanza cuando nadie quiso ayudarla en un intento de fuga, reveló Mainichi Shimbun.

¿Qué ocurrió exactamente? Algunas semanas después de ser secuestrada, el hombre salió del apato donde la tenía confinada y dejó la puerta sin llave. La chica salió y fue a un parque cercano, donde se aproximó a una mujer que estaba con su hijo para pedirle ayuda. La niña le preguntó si tenía un momento para escucharla. La mujer le respondió que estaba muy ocupada y la ignoró.

Al rato, vio al conductor de un coche patrulla y pensó en pedirle ayuda, pero el hombre (que la había visto) se alejó. La menor regresó al apato, pero más tarde, ese mismo día, retornó al parque. Encontró a una anciana y le pidió ayuda, pero esta se rehusó.


Desalentada, la chica perdió la esperanza y no pudo hacer acopio de valor para huir. Otro día intentó salir nuevamente, pero la puerta estaba cerrada con llave.

Aunque al principio se dijo que Terauchi, que abordó a la niña mientras retornaba a su casa procedente de la escuela, logró atraerla a su vehículo haciéndole creer que sus padres se estaban divorciando y que él la llevaría donde un abogado, los fiscales revelaron que el hombre le dijo a la chica que sus padres estaban planeando vender los órganos de ella para conseguir dinero.


Por otro lado, los defensores del secuestrador dijeron que este sufrió ijime cuando estudiaba en secundaria y que se volvió un chico solitario. Desde entonces, albergaba deseos de secuestrar a alguien para encerrarlo y mantenerlo apartado de la sociedad.

Es muy probable que padezca un trastorno psiquiátrico, dijeron. El tribunal aceptó la petición de la defensa para que el hombre se someta a una evaluación psiquiátrica. (International Press)

 

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1 Comment

  1. Este malnacido lo que merece es la horca y punto por los problemas que le causo a la chica, y que no me venga con cuentos del trastorno sicologico. Una buena gomeada diaria y luego al otro barrio

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