Localidades afectadas suelen recibir a muchos turistas
Ascienden a 159 las personas fallecidas en el terremoto de seis grados de magnitud de la escala Richter que ha devastado varias localidades del centro de Italia, pero el número de muertos seguirá subiendo con las horas ya que se tiene constancia de que muchas personas han quedado sepultadas bajo los escombros.
Por el momento no se han querido dar datos oficiales sobre los desaparecidos debido a que es muy difícil contabilizarlos pues las localidades afectadas suelen recibir a muchos turistas durante los meses de verano.
La situación más dramática se vive en Amatrice, el municipio más grande de los afectados, y donde viven normalmente 2.000 personas, pero que en los meses de verano dobla su población con los veraneantes y además había muchos turistas que habían llegado para disfrutar el fin de semana de la fiesta de la pasta «a la amatriciana», un plato que tiene aquí sus orígenes.
En Amatrice se sigue excavando con todos los medios y ayudados con unidades caninas y lámparas en búsqueda de posibles supervivientes entre los cascotes.
Mientras tanto, cientos de damnificados se preparan a pasar la noche en los campamentos levantados por la Protección Civil y que han sido instalados en cuatro áreas de la zona afectada.
Los pocos segundos que ha durado el terremoto han servido a hacer prácticamente desaparecer varias localidades de las provincias de Rieti y de Ascoli Piceno, situadas bajo la cordillera de los Apeninos y a pocos kilómetros de L’Aquila, donde en 2009 se produjo el terremoto que causó más de 200 muertos.
La tierra tembló a las 03.36 hora local (01.36 GMT) con epicentro en la población de Accumoli, en la provincia de Rieti, y duró unos 30 segundos, según los datos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia.
Otro de los pueblos que prácticamente ha desaparecido es Accumoli, a unos pocos kilómetros de Amatrice, y el alcalde Stefano Petrucci aseguró que la localidad ha sido devastada y que casi todas las casas se han derrumbado y las que siguen en pie están fuertemente dañadas.
«Necesitamos de todo. Se ha perdido todo, no tenemos nada», fue el lamento de Petrucci, que por el momento ha comunicado la muerte de 11 personas en su localidad.
Con el pasar del tiempo disminuyen las posibilidad de encontrar a gente con vida entre los escombros, el último milagro se produjo pasadas más de diecisiete horas del terremoto, cuando en Pescara del Tronto fue extraída vida una niña de 10 años y en aparentes buenas condiciones. (EFE)
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