Gobierno japonés publica informa anual sobre Defensa
Japón expresó su «profunda preocupación» por las «provocaciones» y las «actividades unilaterales» de Pekín en el Mar Meridional de China, en su informe anual sobre Defensa aprobado hoy por el Ejecutivo.
Tokio reiteró así su postura crítica con China por la creciente tensión militar en estas aguas después de que la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya se pronunciara en contra del gigante asiático en su disputa con Filipinas, según revela el Libro Blanco de Defensa aprobado hoy.
El documento señala que las acciones de carácter militar de Pekín dirigidas a reclamar su soberanía sobre varios territorios en aguas del Mar Meridional de China constituyen una «provocación», y urge al país vecino a «respetar la resolución» del tribunal internacional.
Tokio advierte de las «consecuencias accidentales» que podrían producirse si Pekín no acata esta decisión, después de que el Gobierno chino señalara que no reconoce la competencia del tribunal de La Haya en el caso.
La sentencia, emitida el pasado 12 de julio, daba la razón a Filipinas en el contencioso que mantenía con China por territorios del mar de China Meridional, que la segunda economía mundial reclama casi en su totalidad.
Asimismo, Tokio señala que la «escalada» de las actividades de aviones chinos en la zona causó que las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) tuvieran que movilizarse en 571 ocasiones en 2015 para evitar posibles incursiones aéreas, una cifra récord.
El Libro Blanco destaca, además, que China cuenta con una «capacidad creciente» para atacar navíos gracias a su creciente arsenal de misiles antibuque.
Japón y China mantienen una disputa por la soberanía de las islas Senkaku (Diaoyu en chino), administradas por Tokio pero reclamadas por Pekín, y la tensión entre ambos se ha incrementado a raíz de la construcción de islas artificiales e instalaciones militares por parte del gigante asiático en el Mar de China Meridional.
El documento, de 484 páginas, también se hace eco de la «grave e inminente amenaza» que supone Corea del Norte para la estabilidad y la seguridad regionales.
En particular, cita el desarrollo de misiles balísticos por parte del régimen norcoreano, proyectiles con los que Pyongyang ha llevado a cabo diversas pruebas los últimos meses, así como su programa nuclear.
Por otra parte, el Libro Blanco reitera la reclamación de Japón sobre la soberanía de los islotes de Dokdo (a los que Tokio llama Takeshima), bajo control surcoreano, así como sobre las islas Kuriles del sur, dominadas por Moscú desde finales de la II Guerra Mundial.
Estas menciones pueden reavivar las protestas de Corea del Sur y de Rusia, países vecinos con los que Japón mantiene un conflicto diplomático debido a estas disputas territoriales. (EFE)
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