Muchos casos no se reportan, según residentes locales
A fines de abril, el exsoldado estadounidense Kenneth Shinzato violó y asesinó a Rina Shimabukuro (20) en Okinawa. Su cuerpo fue descubierto en una zona boscosa el mes pasado. El lugar continúa siendo visitado por personas que desean presentarle sus respetos.
Uno de esos visitantes es un hombre de 80 años que reside en el pueblo de Yomitan. “Puedes descansar con tranquilidad”, dice el anciano mientras deja unas flores, en referencia al hecho de que el asesino ha sido arrestado.
“Este tipo de incidentes no parará mientras haya bases militares (de EEUU) en Okinawa», declaró a Mainichi Shimbun.
Entre 2006 y 2015 han ocurrido en Okinawa 31 delitos violentos (asesinato, violación, robo a mano armada, etc.) cometidos por personas relacionadas con las fuerzas militares estadounidenses.
Pese a que las autoridades militares de EEUU han prometido que disciplinarán a su personal para evitar incidentes como el mencionado, estos siguen produciéndose.
Más aún, muchos sostienen que los casos que se hacen públicos son solo la punta del iceberg.
Una mujer de 21 años que reside en la ciudad de Urasoe dijo que cuando estaba en tercer año de secundaria, un soldado de EEUU ebrio le propuso tener sexo porque en una semana se iba a la guerra. Con él estaba otro hombre que felizmente lo contuvo.
«Fue aterrador. Me gustaría que prohibieran al personal militar beber fuera de las bases», dice.
Una mujer de 46 años que reside en el pueblo Tokashiki contó a Mainichi que hace varios años, cuando enseñaba en una escuela de secundaria, una estudiante le dijo que había sido atacada sexualmente por alguien relacionado con las fuerzas militares de Estados Unidos. La chica no denunció el hecho. La mujer sospecha que hay muchos casos como el de su exalumna que no se reportan.
Por su parte, el gobernador de Okinawa, Takeshi Onaga, se pronunció tras la nueva orden de arresto de Shinzato: «Este tipo de delitos sumamente despreciables no pueden ser tolerados. Me duele el corazón cuando pienso en el dolor de la víctima y su familia. La rabia del pueblo de Okinawa hacia incidentes que tienen lugar repetidamente debido a la existencia de bases militares de Estados Unidos está llegando a un punto de ebullición”.
Onaga aseguró que continuará presionando a los gobiernos de Japón y EEUU para revisar el acuerdo sobre el estatus de las fuerzas estadounidenses en la isla y exigiendo que se reduzca el número de bases. (International Press)
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Si no existieran las bases dentro del territorio Japones (aunque no sean del agrado de nadie)…hace rato que los Chinos, los Norcoreanos o incluso los Rusos basandose en su poderio militar, hubiesen tenido un sinnumero de inpaces o altercados con el gobierno Japones…..el problema es que el comando gringo siempre ha actuado con bastante permisivilidad ante el accionar de sus soldados……el Gobierno Jappones deberia trabajar diplomaticamente frente a la norma que impide que todo soldad gringo no sea juzgado civil o penalmente por el Ministerio Publico Japones y sean ellos mismos (los gringos) quienes juzguen y condenen a su gente incluso si los actos se cometen afuera de las bases militares….
El problema no son las bases. Sino que las bases sean norteamericanas, dentro de Japón. Los norteamericanos y los japoneses son como el agua y el aceite.