¿Qué hacer cuando los padres se encuentran en una situación? ¿Por qué estará actuando así?. Un caso del que nadie está libre. La psicóloga Nélida Tanaka* responde…
“Me preocupa mi hijo de 13 años, recientemente está regresando tarde y encontré cosas que no recuerdo haberle comprado. No quiero pensar lo peor, pero puede que haya robado y parece que tiene amigos que no son buena compañía desde que entró al chugakko (secundaria básica). Dígame que puedo hacer. Justo por este tiempo las relaciones con mi pareja no iban bien y no presté mucha atención en mi hijo.”
Respuesta:
Me imagino lo preocupada que debe sentirse por esta situación. A través de sus palabras sospecho que todavía no ha preguntado a su hijo sobre cómo consiguió las cosas que no le ha comprado.
Es importante que no dejemos pasar esto por alto. Pregunte a su hijo de dónde provienen estos objetos, hable serenamente con él, si lo acosa emocionalmente, esto será contraproducente porque el miedo lo inducirá a mentir, a ocultar la verdad.
Cuando su hijo confiese, aprecie su sinceridad, cálmese para decirle lo malo que es usurpar objetos ajenos y aunque los que están a la venta en una tienda se los percibe impersonales son pertenencia del dueño.
Bajo ningún motivo su hijo debe beneficiarse de lo que haya robado, debemos enseñarle a responsabilizarse por lo hecho. Los objetos deben ser devueltos o compensados. Vaya con su hijo a la tienda o donde el dueño para disculparse y reponer lo robado. La experiencia de haber enfrentado esta responsabilidad muchas veces se torna en un freno efectivo.
En caso de que tenga que compensar, podemos prestarle pero no lo darle el dinero, él debe devolverle la suma a través de las mensualidades que le da o propinas que acuerde darle cada vez que ayude en los quehaceres de la casa.
No será nada productivo sermonear ni decirle cosas como «si sigue así será un delincuente»
No será nada productivo sermonear ni decirle cosas como «si sigue así será un delincuente» o «que es un ladrón». En momentos de desesperación, uno puede proferir palabras duras e hirientes que a la larga tendrán efectos mas bien negativos. Tratemos de controlarnos.
Después debemos pensar por qué habrá robado. Para esto uno tiene que analizarlo con calma. Trate de hablar con él sin actitud de crítica. Su hijo está en una edad en que obviamente sabe que robar no es bueno. ¿Será que quería tener lo mismo que sus amigos, pero no tenía lo suficiente para comprar? ¿Es su mensualidad comparable a la de otros niños de su edad? Hable con él.
También puede ser una expresión de descontento si siente que su hermano (a) recibe más cariño que él. Así está tratando de “igualar” la diferencia. Puede que esté en necesidad de atención.
Me dice que estaba concentrada en las relaciones con su pareja, lo que quizá no le habrá dado la holgura necesaria para prestar atención a su hijo. Ciertamente a la par de ser madres somos mujeres por lo que comprendo que no se haya podido concentrarse en su papel de mamá, sin embargo ahora que él le está dando señales de que necesita su atención y cariño, ponga empeño. Tenga su tiempo con él, escúchelo, comprenda su mundo, que él se sienta aceptado como es, esto le hará sentir que tiene su “lugar” en la casa.
Señala que está preocupada por la relación de su hijo con “amigos que no son buena compañía”, me imagino que usted teme a que se involucre con una pandilla. Suele ocurrir que el grupo de amigos cobra un peso especial en la vida del adolescente. El grupo influye grandemente y se dice que la pandilla se convierte a veces en una familia “sustituta” para los jóvenes que sienten que no tienen un hogar. Para contrarestar la influencia de la pandilla, es importante que el adolescente tenga su “lugar” en su casa donde se sienta aceptado y comprendido.
(*) Psicóloga clínica radicada en Japón. Contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico: consultas@hotmail.co.jp
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