Todo habría comenzado hace 60.000 años atrás cuando humanos modernos se aparearon con neandertales.
El haber heredado ADN de los neandertales sitúa a las personas de origen euro-asiático en mayor riesgo de sufrir hasta 12 dolencias, desde un infarto hasta una depresión, según un nuevo estudio publicado hoy por la revista Science.
Conocer el tipo de ADN neandertal que tiene una persona puede ayudar al doctor a determinar su riesgo de caer en la adicción a la nicotina o de sufrir problemas neurológicos o psiquiátricos, según explica en una entrevista con Efe Tony Capra, investigador principal del estudio.
Los humanos anatómicamente modernos se mezclaron con hombres más antiguos como los neandertales cuando salieron de África alrededor de 60.000 años atrás, por eso una pequeña fracción de los genomas del hombre moderno no africano está compuesta de ADN de los neandertales. Se dice que sería el 4 por ciento del ADN.
Esa herencia genética dotó probablemente a los Homo sapiens modernos de ventajas adaptativas en un nuevo medio con diferentes patógenos y niveles de exposición solar, pero ese legado podría ser contraproducente en el mundo de hoy en día.
Un ejemplo de ello es que una variante del ADN neandertal incrementa la coagulación de la sangre, lo que podría haber ayudado a nuestros antepasados a cerrar las heridas con mayor rapidez, impidiendo el paso de los nuevos patógenos a los que se enfrentaban.
Sin embargo, esa variante se ha convertido en perjudicial hoy en día, porque la hipercoagulación incrementa el riesgo de sufrir un infarto, una embolia pulmonar o complicaciones durante el embarazo.
Capra y su equipo también determinaron que el ADN de neandertal incrementa significativamente el riesgo de sufrir una enfermedad de la piel llamada queratosis actínica, que produce lesiones escamosas después de largas exposiciones al sol.
Los resultados dejan más preguntas en cuanto al riesgo de caer en una depresión o de ser adictos a la nicotina, ya que «estas dolencias quizás ni siquiera tendrían sentido hace 50.000 millones de años», apunta el investigador.
«Sabemos que el ADN neandertal tiene una potencial influencia, pero lo más posible es que esas variantes tuvieran diferentes efectos en el ambiente en que vivían nuestros antepasados que en los humanos modernos», añade.
Hoy en día, el haber heredado unas determinadas regiones del ADN neandertal incrementa el riesgo de sufrir depresión, mientras que, si el legado es de otras variantes, el potencial de padecerla es menor.
Las asociaciones más sorprendentes para el equipo de científicos de la Universidad Vanderbilt (Tennessee) son las que relacionan el ADN neandertal con las enfermedades psiquiátricas y neurológicas, además de con un cierto tipo de malnutrición.
«Tener ADN neandertal no significa que vas a sufrir una enfermedad con seguridad, sino que hay un riesgo, porque se ha determinado una relación pequeña pero significante con 12 dolencias», aclara Capra.
«Este estudio revela cómo la historia evolutiva ha influido en el riesgo de enfermedades de la población. Para tratar esas enfermedades, será importante entender cómo esas fracciones de ADN neandertal influyen a nivel molecular», agrega.
Esta investigación es la primera que compara directamente el ADN neandertal en los genomas de una población significativa de adultos (más de 28.000) de origen euro-asiático con su historial médico y confirma que el legado genético tiene un «impacto sutil pero significativo» en la biología humana moderna. EFE
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