La selección chilena quedó sin su mejor guía, el técnico Jorge Sampaoli, que salió del país en medio de un escándalo.
El técnico más exitoso de la historia de la Selección Chilena ya no está en Chile. Jorge Sampaoli, de conquistas extraordinarias también en Universidad de ese país, finalizó su relación de manera borrascosa. El 4 de julio pasado los jugadores lo levantaron en andas en el estadio Nacional. Eran, ¡por fin…! Campeones de América. Ahora salió a los empujones. La gigantesca corruptela instalada por el expresidente Sergio Jadue generó un terremoto en la federación. Y arrastró a Sampaoli. Se difundieron algunos acuerdos privados –y oscuros- del entrenador con Jadue (un personaje absolutamente increíble, se podría llamar a un congreso mundial de psicología solo para estudiar su mente; y no la entenderían).
Las nuevas autoridades, sobre todo el electo presidente Arturo Salah, parecieron entrar con la misión de cortar todos los cabos que pudieran estar vinculados a Jadue. Y Sampaoli era uno. Durante el saneamiento se dieron a publicidad los valores que cobraba Sampaoli, que le depositaban el dinero en Islas Vírgenes para evadir impuestos y otras menudencias. El DT sintió como una fría y hostil hoja de cuchillo punzándole la espalda. “Hoy no estoy en condiciones de seguir en un lugar donde ya no me respetan como antes”, dijo. Y agregó: “Me hicieron quedar como un delincuente”. Se sintió indignado por la divulgación de su contrato. La contraparte aduce que Sampaoli tuvo una actitud extorsiva, respaldado por sus triunfos. Que aprovechó la ocasión para irse porque tiene ofertas de Europa. “Pesetero” es lo más suave que le han dicho.
Nassib Neme, presidente de Emelec que lo contrató en 2010, hace una defensa ardorosa del DT: “Es un tipo derecho, implacablemente honesto, trabajador incansable, muy humilde, y humilde en el éxito. No soporta que algún empresario le haga propuestas de dinero a cambio de meter jugadores. No soporta la hipocresía ni la traición. Seguro sintió algo así cuando decidió irse. En 2013 el club de la corona de Arabia Saudita le ofreció 10 millones de dólares por dos años y la rechazó por quedarse en Chile. Esa oferta la vi. Y es un fabricante de jugadores. Todas las figuras que tenemos hoy y que hemos transferido las construyó él. A la ‘U’ de Chile le hizo ganar todo y además vendió jugadores por 60 millones de dólares. Se fue él y no vendió más que uno o dos”.
Está claro que perdieron un notable estratega que hizo jugar sin temores a Chile, como Bielsa, su mentor. No se abre un cajón y se saca otro Sampaoli. Iban a buscar a Eduardo Berizzo, quien marcha quinto en España con el Celta de Vigo, pero cerró la puerta de cuajo: “De ninguna manera, siempre cumplo mis contratos”. Se libera en junio y como la idea es que no haya interinatos, apuntaron a Bielsa con la idea de ofrecerle la mitad de lo que cobraba Don Sampa (6 millones de dólares anuales) y el rosarino hizo saber que no acepta ni escuchar a Salah.
La implosión autoinfligida por Chile puede tener repercusiones en la Eliminatoria. Con Sampaoli era candidato de acero a llegar a Rusia; ahora, cualquier DT que llegue necesitará un tiempo de adaptación, aunque tenga jugadores de gran clase. Y se verá si tiene la misma aptitud que el saliente. “Su salida es muy mala, porque el equipo funcionaba y tenía resultados, más allá de la fecha de noviembre, donde todo el clima de los premios y el escape de Jadue debió influir. El problema es que nos deja sin técnico a dos meses de la doble fecha”, explica el colega Danilo Díaz. “Está complicado. Cuesta encontrar un entrenador que mantenga la idea de juego. Eso es clave. La gente y la prensa se acostumbraron a una manera de jugar y eso será un tema para el que llegue”. Habla de atacar, de jugar sin complejos contra todos.
“Se marcha Sampaoli y el fútbol chileno sufre de orfandad. No hay reemplazante», dice el Pollo Véliz, aquel buen puntero de Colo Colo, hoy analista de La Tercera.
“¿Y ahora quién podrá defendernos?”, se pregunta el Pollo Véliz, aquel buen puntero de Colo Colo, hoy analista de La Tercera. “Se marcha Sampaoli y el fútbol chileno sufre de orfandad. No hay reemplazante. Duele pero hay que decirlo, no tenemos un entrenador nacional de categoría para este desafío”, escribe lacónicamente.
Ecuador está muy soliviantado con su liderazgo y sus 12 puntos. Pero nunca viene mal si otro corredor pincha una goma. En cambio es una noticia de alto impacto para Colombia y Argentina. La Roja comparte el tercer lugar con 7 puntos junto a Brasil y Paraguay; la albiceleste es sexta con 5 y la amarilla séptima con 4. Si el cambio no se da bien en la patria de Neruda, Argentina y Colombia pueden escalar. Y está la incógnita de Paraguay, que reunió 7 puntos de manera francamente milagrosa (sabe Dios si podrá mantenerse). Los dos pueden subirse a puestos de clasificación. También interesa a Perú, Bolivia y Venezuela. Aún están a tiempo de trepar en la tabla.
El Premundial vuelve el 24 de marzo. Chile recibirá ese día a Argentina, sin poder contar con Arturo Vidal, Jorge Valdivia, Eduardo Vargas –lesionados- y Charles Aránguiz, lesionado. Cuatro indispensables. Claro que también Argentina y Colombia deberán hacer más que esperar una caída chilena: crecer por sí mismos. El equipo de Martino fue decididamente malo en su arranque, aunque le cabe la salvedad de que jugó sus cuatro partidos sin Messi. Colombia, después de la victoria inicial sobre Perú, que sino lucida al menos sonaba tranquilizadora, cayó en el mismo pozo de juego que en la Copa América. O peor. Hay que contar su naufragio en Montevideo (feo) y la decepcionante tarde frente a Argentina en Barranquilla.
El soberano parece haberle bajado ya el pulgar a Pekerman. Es indudable que no se advierte en él esa chispa de ilusión que alumbraba el proceso anterior. Aparte, y dicho con todo respeto, no ayuda su invisibilidad. “Nadie sabe nunca donde está”, es el comentario más repetido. Claro que Pekerman también era invisible cuando ganaban. Sin embargo, hay un punto más inquietante: los jugadores. Todo lo que uno lee de las figuras colombianas en Europa es que están lesionados, son suplentes, juegan poco o bien están inmersos en problemas. James, Falcao, Jackson, Ospina, Cuadrado, Teo, Guarín, Aguilar, Armero, Zúñiga, Sánchez, Quintero, Arias… Ninguno brilla. Y allá no los entrena Pekerman. Salvo Bacca, titular y con actuaciones ponderables, el resto carece de su regularidad o lleva tiempo en declive. El técnico, aún siendo determinante, no puede entrar a cabecear.
Chile abrió una inesperada ventana, ¿sabrán aprovecharla los demás…?
(*) Columnista de International Press desde 2002. Ex jefe de redacción de la revista El Gráfico.
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