Organización ecologista califica de criminales a los cazadores
La organización ecologista Sea Shepherd condenó hoy en un comunicado el plan de Japón retomar su programa de caza de ballenas con fines científicos en el Océano Antártico.
«Las aguas cristalinas del Océano Antártico se verán de nuevo amenazadas por los cazadores. Nos gustaría recordar al Gobierno japonés que las ballenas de esta región están protegidas por las leyes internacionales. Cualquier violación de los santuarios será considerada como un acto criminal», apuntó Alex Cornelissen, director ejecutivo de Sea Shepherd.
En 2014, Japón suspendió su programa científico de pesca de ballenas después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) calificara de «poco transparente» el proceso.
La CIJ estableció que la pesca ballenera de Japón no se ajustaba a los «fines científicos» establecidos por la Comisión Ballenera Internacional (CBI), sino que respondía a intereses comerciales.
La próxima semana el Gobierno japonés concederá un «permiso especial» al Instituto de Investigación de Cetáceos por el que autorizará la pesca de 333 ejemplares de ballena Minke para ajustarse a la sentencia emitida hace dos años.
Sea Shepherd reclamó este domingo la intermediación del primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, que visitará Japón en diciembre.
«Australia tiene la responsabilidad internacional de intervenir y arrestar a los criminales operando en nuestras aguas», señaló Jeff Hansen, director en Australia de Sea Shepherd.
Japón, que firmó la moratoria total de la pesca de ballenas con fines comerciales que entró en vigor en 1986, se ampara en el artículo VIII de la Convención de 1946 de la CBI para proseguir con las capturas científicas de cetáceos.
Hasta 2014, en las campañas balleneras de Japón se capturaban 850 ejemplares de rorcual aliblanco, 50 de ballena jorobada y otros 50 de rorcual común para fines científicos.
Tokio aceptó entonces cumplir con la sentencia, de carácter vinculante, y dos años después del fallo reducirá la pesca de ballenas de 950 a 333 ejemplares. (EFE)
Y yo condeno las actividades delictivas de Sea Shepherd.