Exanfitriona en club de Ginza integra una asamblea distrital en Tokio
Rie Saito perdió la capacidad auditiva cuando tenía un año tras sufrir una enfermedad. Sin embargo, su discapacidad no ha sido óbice para su desarrollo personal. Actualmente forma parte de la Asamblea del Distrito de Kita, en Tokio, que ha implantado un sistema informático que transcribe voces en tiempo real para que Rie pueda participar en las sesiones.
La mujer de 31 años se declaró bastante satisfecha con el rendimiento del sistema, que está valorado en 4 millones de yenes (33.200 dólares).
«Hubo algunas partes que no pude leer, pero pude captar los significados generales de las oraciones», afirma Saito. Se estima que el nivel de precisión del sistema supera el 90 %.
Esta iniciativa es la primera de su tipo en una asamblea en Japón, revela Asahi Shimbun.
El sistema –desarrollado por varias compañías, entre ellas Fujitsu– permite que Saito lea en un monitor lo que dicen el alcalde del distrito, los asambleístas y empleados, cuyas palabras son recogidas en micrófonos instalados en el estrado y los bancos y transcritas en tiempo real.
Cuando Saito fue elegida, la asamblea cambió sus reglas para permitir a los miembros usar sus computadoras personales en las sesiones.
Gracias a un software especial instalado en su computadora, Saito puede convertir sus puntos de vista en sonidos inteligibles tras escribirlos.
Antes de ponerse en marcha la iniciativa, se realizaron numerosas pruebas. El sistema no tenía problemas para captar los discursos pronunciados con rapidez, pero sí cuando la entonación durante una intervención cambiaba o una palabra era repetida a cada rato. Ahí perdía precisión.
La computadora tiene registradas alrededor de 300 palabras, y se prevé añadirles otras. Saito espera que se incorporen términos técnicos que se usan a menudo en la asamblea.
Rie, que conquistó su plaza en las elecciones del 26 de abril, nació en la prefectura de Aomori y decidió incursionar en política después de que un exasambleísta la animara a hacerlo en representación de las personas con discapacidad.
La mujer puede leer los labios, pero tiene que estar muy cerca de su interlocutor (a un metro de distancia).
Rie trabajó como anfitriona en un club en el exclusivo distrito de Ginza, donde se comunicaba con los clientes a través de la escritura, y publicó un popular libro basado en sus experiencias. (International Press)