Gobernador de la capital japonesa no quiere asumir parte de los gastos
El Gobierno Metropolitano de Tokio se ha enfrentado con el Ejecutivo central por pedirle asumir parte del coste del nuevo estadio olímpico, calificado por las autoridades locales de «ridículo», informaron este miércoles los medios nipones.
Se trata de un nuevo episodio en la polémica sobre la construcción de estas instalaciones para los Juegos Olímpicos de 2020, que han sido objeto de numerosas críticas debido a su magnitud faraónica y a su coste excesivo.
El presupuesto del nuevo estadio olímpico de la capital nipona asciende a 170.000 millones de yenes (1.309 millones de euros/1.428 millones de dólares), de los cuales el Ejecutivo central ha pedido a Tokio que aporte aproximadamente un tercio (unos 50.000 millones de yenes).
El gobernador de Tokio, Yoichi Masuzoe, afirmó que se trata de una cantidad «ridícula», y señaló que el coste final será probablemente mayor de lo inicialmente previsto, en declaraciones recogidas hoy por la agencia local Kyodo.
En particular, Masuzoe rechazó pagar la factura del «diseño sin barreras» del estadio y de la instalación de aire acondicionado, y afirmó que «está fuera de lugar» costear esos servicios.
Por su parte, el presidente del comité organizador y ex primer ministro nipón, Yoshiro Mori, afirmó que el Gobierno de Tokio «ya sabía» que debía asumir esta parte del coste y recalcó que la idea de organizar los Juegos Olímpicos partió del Ejecutivo local.
El pasado día 18, el ministro nipón de Deportes, Hakubun Shimomura, mantuvo una reunión con Masuzoe para pedirle que aportara la citada cantidad, según dijo en rueda de prensa.
Shiomura también propuso que el nuevo estadio olímpico se construyera sin techo retráctil y que se redujera el número de asientos fijos con el fin de abaratar y acortar el tiempo de construcción.
La organización que gestiona el estadio, el Consejo nipón de Deportes, ya decidió hace un año que la magnitud del recinto olímpico fuera finalmente de 220.000 metros cuadrados, lo que representaría una reducción de 70.000 metros cuadrados con respecto a los planes originales.
El antiguo estadio olímpico de la capital nipona ya ha sido demolido y la construcción del nuevo comenzará el próximo septiembre con la idea de esté terminado antes de 2019, cuando servirá como sede para el Mundial de Rugby.
El Estadio Nacional de Tokio fue edificado como escenario central de los Juegos Olímpicos de 1964 y tenía una capacidad de 48.000 espectadores. (EFE)