Esta tecnología permite generar una imagen similar a una radiografía
La central nuclear de Fukushima ha comenzado a realizar experimentos con partículas cósmicas para ver el interior de los reactores, paso clave para poder retirar en el futuro el combustible radiactivo que contienen, confirmó hoy a Efe el operador de la planta.
La retirada del combustible parcialmente fundido del interior de las unidades de fisión 1, 2 y 3 es la operación más compleja y delicada dentro del largo proceso (durará unas cuatro décadas) para desmantelar la central, golpeada por el terremoto y tsunami de 2011.
Hasta ahora, la altísima radiación que hay dentro de los tres reactores por culpa de la fusión parcial ha hecho que estas instalaciones resulten inaccesibles, lo que impide a los técnicos conocer cuál es el estado exacto del combustible.
Tokyo Electric Power (TEPCO), operadora y propietaria de la planta, comenzó a hacer pruebas este jueves con el reactor 1, alrededor del cual ha instalado unos dispositivos desarrollados por High Energy Accelerator Research Organization, un laboratorio nipón especializado en física de partículas.
Estos aparatos detectan la presencia en el aire de partículas conocidas como muones (que se generan cuando partículas subatómicas procedentes del espacio exterior entran en contacto con la atmósfera terrestre) y cómo éstas modifican su trayectoria cuando tocan el uranio y el plutonio de los reactores.
Esta tecnología permite generar una imagen del interior de las unidades similar a una radiografía y se ha utilizado con éxito para hacer lo propio en la central de Tokai, situada en la prefectura japonesa de Ibaraki (al norte de Tokio).
TEPCO planea recopilar los datos de estos dispositivos durante un mes y anunciará los primeros resultados en marzo.
El terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011 causaron en la central de Fukushima Daiichi el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
El seísmo y las olas dejaron sin refrigeración los tres reactores que estaban operativos en ese momento, provocando que el combustible en su interior se fundiera.
Las emisiones radiactivas y vertidos de agua contaminada resultantes aún mantienen evacuadas a miles de personas que residían junto a la central y han afectado gravemente a la agricultura, la pesca, y la ganadería local. (EFE)