Japón aumentará medidas antiterroristas a raíz de este caso relacionado a Estado Islámico.
El Gobierno japonés anunció hoy que aumentará sus esfuerzos para prevenir el terrorismo en su territorio, a raíz del caso de un estudiante nipón que supuestamente planeaba unirse a la milicia extremista Estado Islámico (EI) en Siria.
«Tomaremos medidas para frenar a los extremistas», afirmó hoy en rueda de prensa el ministro nipón de Exteriores, Fumio Kishida, al ser preguntado sobre la investigación policial sobre varios japoneses sospechosos de planear unirse al grupo yihadista o de hacer llamamientos a favor del terrorismo.
Las autoridades están «determinadas a impedir» que ciudadanos japoneses viajen a Siria, Irak u otros países «para cometer actos terroristas o participar en grupos extremistas», añadió el ministro nipón, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
«Como miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y de la comunidad internacional, tomaremos medidas proactivas para prevenir el terrorismo con antelación», afirmó en la misma línea el ministro portavoz nipón, Yoshihide Suga.
El ministro portavoz nipón citó en particular a la resolución 2178 del Consejo de Seguridad, según la cual los estados miembros deben prevenir actividades como «el reclutado, la organización, el transporte o el equipamiento» de individuos que viajen a otros países «con el propósito de perpetrar actos terroristas».
El pasado lunes, la policía nipona interrogó a un estudiante de 26 años después de que manifestara su intención de viajar a Siria y convertirse en miembro activo del EI.
El joven había adquirido un billete avión sólo de ida para Turquía con salida prevista para hoy, y desde este país pretendía acceder a Siria, según informó la cadena Nihon TV.
Varios compañeros de piso del estudiante de la Universidad de Hokkaido (norte) y un profesor de Derecho Islámico también fueron interrogados sin que se haya producido ninguna detención, señalaron fuentes policiales citadas por la cadena estatal NHK.
Según la policía, el estudiante podría haber respondido a la llamada de un cartel encontrado en una librería de segunda mano de Tokio que invitaba a viajar a Siria y trabajar allí, para lo que sugería consultar en el establecimiento para más información.
La librería del conocido barrio de Akihabara también ha sido registrada, y varios de sus empleados fueron interrogados por las autoridades, así como otro ciudadano japonés es también sospechosos de haber hecho un llamamiento de apoyo al movimiento yihadista.
El código penal nipón prohíbe el preparar o planear de manera personal una guerra contra un estado extranjero y establece penas de entre tres meses y cinco años.
Se trata de la primera vez que un ciudadano nipón ha sido detenido por querer apoyar o querer unirse a la milicia extremista en Siria. EFE
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