Por Jorge Barraza*
Se fue otra Eliminatoria Sudamericana, la decimosexta; dejó regados los campos de emociones, dulces y amargas, festejos y lamentos, como siempre, hasta que se juegue la próxima y la ilusión se renueve para todos. También una estela de sensaciones dignas de análisis.
* LO MEJOR. El alto nivel de la competencia, de una exigencia terrible y con selecciones cada vez más fuertes y evolucionadas. Sudamérica ya tiene 5 representantes en el Mundial (Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Ecuador) y puede agregar un sexto -Uruguay-. Estamos totalmente convencidos de que todos serán excelentes embajadores en la Copa del 2014. Más allá de Argentina y Brasil, siempre con fortísimo potencial, se ha formado un segmento notable de selecciones muy serias y competitivas integrado por Colombia, Chile, Uruguay, Ecuador, Paraguay (que esta vez decayó por el siempre temido recambio generacional), al que de a poco parece ir enganchándose Venezuela. Esto hace de la Sudamericana una eliminatoria muy difícil y peleada.
* LO PEOR. El flojo nivel de los arbitrajes. Pobres en general. No puede decirse que hayan decidido la Eliminatoria, pero se han anulado goles legítimos (varios) y se ha permitido muchas veces el juego brusco entre otras cosas. De una cosa no puede haber duda: los futbolistas fueron mejores que los jueces. En el tramo final dirigieron muchos colegiados brasileños para ofrecer mayor neutralidad y quedaron al descubierto: son menos que discretos.
* FORTUNA. La de Uruguay. En casi todos los partidos, los yerros arbitrales siempre le fueron favorables. Entró a la última fecha con 13 jugadores amonestados; ninguno recibió amarilla. Le dieron un penal claramente inexistente ante Argentina; no le sancionaron, en contra, uno tremendo frente a Ecuador (que además ameritaba expulsión a su arquero y quedaba con 10 hombres). Le invalidaron a Ecuador un gol legal ante los Celestes. Frente a Perú debió ser expulsado Lugano por un codazo brutal apenas iniciado el juego, no sucedió… Fecha tras fecha, todo así. Demasiadas a favor.
* MAGNÍFICO. El ciclo de cuatro Premundiales hilvanado por Ecuador de 2002 a 2014: clasificó en tres y en el cuarto quedó en la puerta, apenas por un punto. Los tres pasajes conseguidos con técnicos colombianos (Bolillo-Suárez-Rueda). Esto habla de una coherencia en la idea y de un trabajo impecable en torno a la selección tricolor. También de un gran respaldo.
* TRISTE. La sorprendente, casi absurda muerte de Cristian Benítez en pleno desarrollo de la competencia. Un muchacho querible, positivo, siempre sonriente, y un gran jugador. Lo sintió Ecuador, pero logró sobreponerse.
* ASCENSO. El de Venezuela, cada día más nítido y sostenido. Para Francia ’98 logró el 6,25 % de los puntos; para Corea y Japón el 29,62; para Alemania el 33,33; para Sudáfrica el 40,74 y ahora el 41,66. Esto demuestra que no es una racha circunstancial, avanza. Van 3 Eliminatorias que deja atrás a Perú y Bolivia. Y por primera vez venció a Argentina, con total dominio, autoridad y merecimiento.
* DIFERENTES. De los 4 primeros de la Copa América (Uruguay, Paraguay, Perú y Venezuela), tres quedaron eliminados y el otro fue al repechaje. Esto demuestra que son torneos con una tensión distinta, sobre todo porque uno se juega en terreno neutral (salvo el organizador) y en el otro incide mucho la localía. Vaya un mero ejemplo: Ecuador irá al Mundial pese a no haber ganado ningún partido de visitante; toda su cosecha fue en Quito.
* SÚPEROFENSIVO. El estilo que inyecta el técnico Jorge Sampaoli. Impresionante. Ya lo había mostrado creando el mejor Universidad de Chile de la historia, ahora lo ratificó y aumentó con un Chile que pasó de la bronca al fervor. El mundo del fútbol va a tomar nota de él en Brasil. Y todo lo hizo en medio del certamen, sin tiempo para acomodarse y con los mismos jugadores que citaba el entrenador anterior.
* LA LINDA. Colombia. Se había perdido los tres Mundiales anteriores por detalles (dos por un punto, uno por un gol). Y parecía encaminarse a otro fracaso. Pero llegó Pekerman y le cambió la vida. El clásico “váyase a robar a su país” que se dispensa a los técnicos extranjeros duró un mes en Colombia. Luego el equipo empezó a ganar y a dar espectáculo y el presidente Santos le ha declarado la nacionalización al DT. Junto con Chile, Colombia aportó el fútbol más bonito y contundente del torneo. Y por primera vez en su historia llegó segunda y con 30 puntos en una Eliminatoria.
* EL DEVORADOR. Perú. Se comió otro técnico: Markarian. Él creyó que su sagacidad superaría la escasez de figuras. Pero no hay grandes entrenadores sin grandes jugadores. Perú pareció un equipo más competente que en clasificatorias anteriores, sin embargo terminó otra vez desdibujado y relegado junto a su vecino Bolivia, ya más que vecino geográfico.
* LA ESTRELLA. Messi. Fue el sobresaliente de Argentina en casi todos los partidos. Jugó como decidido a demostrar que es tan figura en su selección como en Barcelona. Imparable. Sin él, Argentina es un equipo como tantos.
* GOLEADORES. Hubo dos, Messi y Suárez, ambos con 10 goles. Al uruguayo le adjudican uno que no hizo. El primer gol ante Perú en el Centenario fue de Sebastián Coates, reconocido por el propio Suárez en su cuenta de Twitter. Él se estiró para cabecear, pero nunca alcanzó ni a rozar la pelota. Pelota que, además, ni siquiera traspuso la raya. Se lo puede ver en Youtube. Y está rotulado así: “Gol de Sebastián Coates a Perú”.
* ¿Y LA ALTURA…? Bolivia perdió 14 de los 24 puntos que disputó en su bastión de La Paz. Siempre lo sostenemos: la altura sola no juega.
* EL GOL. Los dos de Falcao García a Paraguay. Simplemente sensacionales por potencia, técnica y repentización.
* LA TARDE. La de Luis Suárez frente a Chile: 4 a 0 de Uruguay con 4 golazos del indomable atacante. Un crack de cualquier época.
(*) Columnista de International Press desde 2002. Ex jefe de redacción de la revista El Gráfico.