El objetivo de Abe es acabar con 15 años de deflación
Javier Picazo Feliú / EFE
Después de seis meses consecutivos de retroceso, el índice de precios de consumo (IPC) de Japón se situó plano en mayo con respecto al mismo mes de 2012, un primer síntoma de mejora en el objetivo del Gobierno de acabar con 15 años de deflación.
El indicador, que excluye los alimentos frescos por su excesiva volatilidad, se situó en el 0 por ciento interanual en mayo, mientras que aumentó un 0,2 % con respecto al mes de abril, cuando el IPC se depreció un 0,4 % interanual.
En concreto, en los precios de mayo contribuyeron principalmente el incremento en el coste de la energía y el retroceso en la caída de los precios de los televisores, que bajaron un 9,6 % en comparación con el 16,4 % de abril, así como la rebaja de otros aparatos como el aire acondicionado.
Los precios se situaron además en línea con lo estimado por los analistas locales y con las previsiones del Banco de Japón, que a principios de mes anticipó un incremento de los precios en junio, en el que supondría el primer dato positivo desde abril de 2012.
En este sentido, desde la llegada al poder en diciembre del primer ministro, Shinzo Abe, Japón ha establecido el objetivo prioritario de acabar con la persistente deflación del país en un plazo de dos años con un ambicioso plan conocido como «Abenomics».
La estrategia de crecimiento ha puesto en marcha políticas de estímulo por parte del Ejecutivo y fuertes medidas de flexibilización monetaria en el Banco de Japón, cuyo nuevo gobernador, Haruhiko Kuroda, ha apostado por inyectar liquidez al sistema.
De esta manera, en abril la junta de política monetaria del emisor nipón aprobó por unanimidad un plan para ampliar la base monetaria del país, a través de duplicar la compra de deuda pública y de activos financieros de mayor riesgo.
A pesar de haber dado un primer paso hacia la meta inflacionaria, para el ministro nipón de Finanzas, el experimentado Taro Aso, es conveniente mantener la calma.
«No creo que revertir la deflación sea tarea sencilla» ni vaya a solucionarse «en apenas seis meses», afirmó Aso en declaraciones recogidas por el diario económico Nikkei.
El indicador nacional estuvo además respaldado por el resultado del IPC en Tokio, donde el análisis corresponde a junio, y en donde se registró una subida del 0,2 % interanual.
Según los analistas, la lectura de los precios del área metropolitana de la capital se considera un indicador avanzado de la evolución del IPC en todo el territorio, con lo que el incremento podría reflejar un alza nacional en junio.
Además, el Gobierno anunció un incremento en mayo de la producción industrial del país del 2 % con respecto al mes anterior, un dato que, según los expertos, muestra que la economía se encuentra en la senda de la recuperación.
«En términos generales creo que esto muestra una recuperación gradual de la economía», señaló al diario el analista Yasuo Yamamoto, aunque avisó de la posibilidad de que el aumento se deba a simples factores temporales.
A pesar de haber tenido un inicio fulgurante, con máximos históricos en la Bolsa de Tokio y la fuerte caída del yen frente a las principales divisas, en las últimas semanas Japón ha sufrido un serio correctivo por parte de los mercados, que han rebajado el optimismo al esperanzador reto que supone el «Abenomics».