Autoridades educativas habían calificado la muerte del chico de “accidente”
En 1994, Taira Utsumi, un niño de once años, se suicidó después de que un profesor de su escuela en Kobe lo golpeara en la cabeza.
La junta educativa de la ciudad de Tatsuno, prefectura de Hyogo, negó entonces que el castigo aplicado al chico lo haya conducido a quitarse la vida. Se limitó a calificar la tragedia de “accidente”.
Sin embargo, 19 años después, la junta rectificó su juicio inicial, reconociendo que la agresión a la víctima fue causa de su suicidio, informó Mainichi Shimbun.
Las autoridades educativas decidieron revisar el caso después de que se comprobara que los castigos corporales han provocado la muerte de muchos estudiantes en el país.
Tras admitir su error, la junta se disculpó con los padres del suicida, que estudiaba en sexto grado de primaria.
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