Población local está indignada por delito atribuido a dos soldados estadounidenses
La violación de una mujer en Okinawa, supuestamente cometida por dos soldados estadounidenses, ha despertado la indignación de la población local, informó la agencia Kyodo.
Hay voces que reclaman el cierre de todas las bases de EE. UU. en la isla, que aloja la mayoría de instalaciones militares estadounidenses en Japón.
«Las fuerzas estadounidenses parecen ver a Okinawa como su colonia o como territorio ocupado», dijo Hiroshi Ashitomi, de 66 años, quien ha participado en manifestaciones en contra del traslado de la base de Futenma de la ciudad de Ginowan a la de Nago.
«Los derechos humanos de las mujeres fueron pisoteados nuevamente porque las bases están aquí», agregó.
Por su parte, el presidente de la asamblea prefectural de Okinawa, Masaharu Kina, declaró que la isla ha estado sufriendo debido a la presencia de las bases desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, hace 67 años.
Kina se quejó de que cada vez que ocurre un incidente como el de la violación nunca se resuelve nada pese a que EE. UU. asegura que tomará medidas punitivas.
El caso de la violación se suma al controvertido despliegue de los aviones militares estadounidenses Osprey, rechazados por los okinawenses debido a que han sufrido varios accidentes.
