Japonés que asesinó a joven británica pasará el resto de su vida en prisión

Tatsuya Ichihashi

4 años después se hizo justicia


Tatsuya Ichihashi

Un tribunal de Chiba, al este de Tokio, condenó a cadena perpetua al que fuera uno de los fugitivos más famosos de Japón, Tatsuya Ichihasi, por la violación y asesinato de la joven británica Lindsay Hawker, de 22 años, en 2007.

La pena coincide con la solicitada por los fiscales del caso, que habían subrayado la «extrema responsabilidad» del acusado en el crimen, indicó la agencia local Kyodo.

Ichihasi, de 32 años, fue detenido en Osaka en 2009 tras una larga huida de dos años y siete meses, durante los que llegó a someterse a cirugía plástica para evitar ser reconocido.


El juicio comenzó a principios de julio, en medio de una gran expectación y en presencia de los familiares de la joven asesinada, que expresaron su deseo de que el acusado recibiera la pena de muerte, en vigor en Japón.

Durante el proceso, Ichihashi admitió su responsabilidad en la muerte de la joven, pero negó que hubiera sido intencional.

El código penal japonés establece que un condenado a cadena perpetua debe cumplir un mínimo de diez años en prisión, tras los cuales puede recibir la libertad condicional.


El presidente del tribunal, Masaya Hotta, dictó la sentencia tras escuchar las deliberaciones de un jurado popular y de otros tres jueces que forman parte del proceso.

La muerte en 2007 de Hawker conmocionó a las sociedades nipona y británica después de que la joven fuera hallada muerta en el apartamento de Ichihashi desnuda, con contusiones y enterrada en arena en una bañera.


El acusado escapó cuando las autoridades iban a registrar su apartamento pocos días después de que la desaparición de Hawker, profesora de inglés en Japón, fuera denunciada.

Según las pesquisas, la joven británica había dicho a un amigo norteamericano que Ichihashi la había perseguido hasta su casa en una ocasión, pero supuestamente accedió a darle una clase privada de inglés un día antes de que las autoridades encontraran su cadáver.

El pasado enero, el acusado publicó un libro en el que describía su vida como fugitivo en Japón y llegó a ofrecer los beneficios que obtuviese con el mismo a los padres de la joven, lo que éstos rechazaron. (EFE)

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1 Comment

  1. solo la pena de murte puede una paz social universal,lo controvertido es evitar que el sentenciado se de cuenta de que lo mataran.
    De esta manera no sentiria la angustia de la meuerte

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