Por Irma Aráuz*
Lo que nos lleva a enfermarnos y a la destrucción de nuestros cuerpos son las pautas de conductas negativas o virus del pensamiento: el resentimiento, la culpabilidad, la crítica y el temor al futuro.
¿La solución? El amor a nosotros mismos es la clave para tener una buena relación con uno mismo y con los demás. ¿Si no me conozco cómo puedo amarme? ¿si no me conocen los demás cómo pueden amarme?
Pero primero tengo que aprender a darme un buen trato yo mismo. Y, una vez que he aprendido a quererme a mí mismo podré querer a los demás de una manera sana mediante Caricias Positivas.
Erick Berne fue el padre de un modelo de la personalidad llamado Análisis Transaccional. Berne destacó que todas las personas tenemos tres estados del yo. El Padre, el Adulto y el Niño.
Berne señala también que todas las personas tenemos hambre de caricias. Las caricias positivas son: un beso, una sonrisa, una mirada tierna, una llamada teléfonica, un “te quiero”, «qué alegría me da verte”, “qué bien que hayas venido”, “me gusta tu trabajo”, “la comida está deliciosa”, “tu carta me encantó”, “gracias”, “disculpa que no te haya llamado”, “tu blusa está preciosa”, “el color de tus ojos es muy lindo”. Y todas las frases que te hagan sentir bien cuando las diga desde el corazón y aquellas que te alegra escuchar también.
Las caricias negativas son el lado opuesto, son palos psicológicos: una bofetada, un pellizco, un grito, una mirada de odio, “eres terrible”, “sólo me causas problemas”.
En todo momento la autoexpresión de sentimientos positivos nos hace sentir bien, sencillamente porque es agradable el trato, pero también la expresión de esos sentimientos hace sentir bien a los demás.
Las caricias negativas no las recibas ni las des a nadie. Si escuchas alguna vez un “eres…” más una muletilla negativa estás frente a un palo y eso es falso. Rechaza los palos psicológicos con amabilidad. Si alguien te grita márchate con calma y di “Cuando realmente quieras hablar, avísame”. Siempre es posible rechazar el palo si encuentras la respuesta apropiada.
Al ir aprendiendo a quererte, aprenderás a utilizar los cuatro tesoros para levantar tu autoestima: Tiempo, Información, Bienes Materiales y el más importante Afecto.
Las auto «verbalizaciones» tienen el poder de hacerte sentir bien (el halago, el respeto) o mal (el castigo, la burla,, el menosprecio). Si te dices: “soy capaz, me lo merezco, me amo, puedo” te estas auto elogiando. Si te dices: “soy de lo peor”, “soy muy malo”. Te estás auto destruyendo.
En resumen, el autoelogio tiene ventajas: es rápido, económico, se puede aplicar cuando y donde uno quiera. No se ve (pero se siente), no es criticable, es de uso personal y no se desgasta. Además es el camino para quererte a ti mismo y para querer a los demás. ¡Ámate!
*La psicóloga Irma Aráuz atiende directamente en el teléfono 090-2553-3307 y en el e-mail consultasairma@live.com.ar.
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