Como cada año, cada enero se celebra en Japón el seijin no hi (Día de la mayoría de edad). Gran felicidad para los muchachos, media felicidad para nosotros los padres.
Felices de que nuestros hijos empiecen a forjarse su propia vida y se vuelvan cada vez mas independientes, pero con un dolor en el corazón sabiendo que el nido quedará vacío muy pronto, más pronto de lo que imaginamos. Y es por eso que a veces sentimos que los años pasan muy rapido…
A mi ya me falta muy poco.
Es la ley de la vida. Estoy tratando de hacerme la idea para no caer en el sindrome del nido vacío….Estaba en esos pensamientos cuando de pronto suena el teléfono.
Acaba de llamar mi flaka!! No no! que no soy lesbiana! Es mi flaka. Esa bebita linda que cuando nació era rechonchita y ahora es una espigada estudiante de secundaria. Escribo con «k», por que para mi esta flaka es especial, solamente por haberla venido de mis entrañas.
Porque si fuese con «c», ya no sería especial, sería cualquier flacucha, esas que andan atrás de mi hijo y mi sobrino (aquí me sale el sindrome de la suegra, que miedo!)
Este trio es peculiar, los primeros nietos de ambas familias. Nacieron así, en ese orden, primero mi hijo, después mi sobrino y al final mi flaka con solo un año de diferencia. Yo estaba en pánico pensando que mi bebita me saliera marimacha. Es que mientras otras niñitas jugaban con muñecas, esta flaka era junto a sus dos compiches Power Ranger. Y no quería ser «ranger rosa», si vieran cómo lloraba, como condenada! quería ser «ranger rojo» porque era el más bacán.
O cuando se tomaban una foto. En muchas de ellas en vez de hacer el clásico paz y amor con sus dos deditos, los tres con sus bracitos estaban haciendo una cruz, tirando los rayos de Ultraman.
Sin embargo, la vida está tomando su buen rumbo, y yo la paro fastidiando como cualquier mamá del mundo.
– «Llámame apenas lleguen para saber que llegaron sanos y salvos». – «Ay mami qué pesada eres». Ahora estoy recordando todas las veces que le dije lo mismo a mi mamá. Pero esa es la vida, «así es que no me friegues, tú me llamas y ya, que para eso es el celular». Palabras de vieja, por que el celu ahora es para ejercitar los dedos a ver quien escribe más rápido, bajar música y leer manga. En mis epocas no había celu y tenías que comprar tu RIN para telefonear.
Y así se fueron a pasear como siempre, este trío en sus bici’s. Mi hijo en una linda bici de su mami (je), porque la de él desapareció, y al ladito mi sobri llevando atrás a mi hija la flakita.
Los tres haciendo ahora el recorrido de sus propias vidas. Esos bebitos que ahora están comenzando sus andanzas. Tres, ahora adolescentes, que escriben cada uno sus historias.
Y es ahí, que cuando veo sus espaldas alejarse, sé que todos los padres del mundo lloramos por dentro y no decimos nada pero deseamos lo mismo. Que sean muy felices y que todo en la vida les vaya fenomenal.
By Nan
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