Es necesario ser firme para que no use el cuchillo bajo ningún pretexto. Una figura de autoridad paterna ayuda mucho.
Por Nélida Tanaka (*)
PREGUNTA: “Tengo mi hijo de 13 años y me preocupa que su paradero final sea la cárcel juvenil. En el 6to de primaria fue agredido físicamente por sus amigos en varias ocasiones, una vez con un bate de béisbol, a los que respondió amenazándoles con un cuchillo. Al principio conversé con él pero la tercera vez lo castigué con una correa y me prometió que no volvería a hacerlo. Al consultar con el centro de ayuda de niños y psicólogos de la escuela me dijeron que él tan solo quiso asustar a sus amigos para que no le peguen nuevamente. Cuando entró al chugakko, empezó a contestarme y jugar con chicos que no son del barrio, medio furyo (delincuente). Hace poco tuvimos una discusión y sacó un cuchillo moviéndolo como los mafiosos pero no se me acercó. Después cuando hablamos me reclamó por qué le hablo mal de sus amigos y por qué lo quiero cambiar de colegio. A un amigo le dijo que no quería asustarme pero que me quería matar por urusai (molestosa). Lo llevé a otra psicóloga y no comprendió lo que me preocupa. Su papá ya conversó con él y le prometió no volverlo a hacer, pero no confío. Nadie me da soluciones, estarán esperando que me mate para darle un tratamiento”.
RESPUESTA: Qué preocupada estará por la conducta de su hijo, en especial porque con un cuchillo, aún sin intención, se puede llegar a herir a otra persona. En este sentido es necesario ser firme para que no use el cuchillo bajo ningún pretexto. Una figura de autoridad paterna ayuda mucho, Póngase de acuerdo con el papá, para que tengan una actitud consistente hacia él.
Expresando claramente la posición de “¡no!” al uso de armas, pongámonos ahora en sus pantalones. Imagínese qué miedo habrá tenido al verse agredido y mucho más con un objeto. Él buscó el modo de amedrentar a sus atacantes, habrá sido la única forma para defenderse. Por un lado, a Ud. le alarmó que haya cogido el cuchillo, y por otro lado, los psicólogos vieron el sentimiento de su hijo. Ud. y ellos tienen su razón y hay que considerar ambos aspectos para manejar el problema. Al comprenderle cómo se habrá sentido, uno lo fortalece moralmente, así no se siente solo, si es necesario, hable con su profesor para que intervenga con tacto, pero simultáneamente, ¡hay que ser firme con el no! al uso del cuchillo.
Él está en una edad en que gradualmente se independiza de los adultos, no hacen caso como antes, es un signo de que está madurando, un dolor de cabeza para los padres, ya las órdenes no funcionan, tenemos que conversar y oír sus puntos de vista. Me dice que sus amigos son furyo, ¿será así? ¿No se está dejando llevar por las pintas externas? Escúchele, los amigos son muy importantes para los adolescentes.
* Psicóloga clínica, contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico: consultas@hotmail.co.jp
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