En primer lugar, perdónate a ti misma, tú misma eres la víctima de un círculo vicioso que tal vez haya sido transmitido en muchas generaciones.
Por Nélida Tanaka (*)
“Leí que una japonesa había matado a sus dos hijos abandonándolos por días. Me aterroriza porque aunque quiero negarlo, yo tambien algunas veces tengo ganas de que mi hija desaparezca, me doy cuenta de lo que estoy pensando y me da miedo. Hay momentos en que la golpeo tanto que le dejo moretes y después me arrepiento, pero ya es muy tarde. Aunque tengo 22 años, quiero ser una madre buena, no quiero ser como mi mamá que siempre me azotaba, pero siempre caigo en la trampa. Dígame qué puedo hacer.”
Respuesta: Me imagino lo duro que debe ser a veces controlar tus sentimientos. El periodo de criar a los hijos es difícil porque se reviven los traumas que uno vivió en la infancia. Dices que aunque quieres evitarlos, “siempre caes en la trampa”. Sí, cuando se toca el punto de conflicto, la reacción emocional salta imprevisiblemente. Así en estos instantes uno se siente impotente al no poder evitar repetir lo que menos uno quería hacer.
En primer lugar, perdónate a ti misma, tú misma eres la víctima de un círculo vicioso que tal vez haya sido transmitido en muchas generaciones. Ser demasiado estricta contigo misma te empuja a la desesperación y al abandono.
El criar a los hijos es una labor muy gratificante pero también es algo muy pesado cuando una no tiene experiencia, cuando una lo está acarreando sola, cuando una no tiene a alguien a quien pueda consultar con confianza. En este sentido trata de compartir esta tarea, no te aísles, te ayudará a que puedas tener más tranquilidad y confianza en tu labor.
También, sin tener la intención, a veces nosotros volcamos nuestras tensiones y estrés en los seres más cercanos. Para evitar esta situación, tratemos de compartir el peso, hablando de lo que nos preocupa, de lo que nos ha dado rabia, de lo que nos hizo llorar, con alguien en quien confiamos. Luego déjame decirte que has dado un paso muy grande al reconocer que a veces te has excedido al disciplinar a tu hija, es lo más importante para lograr un cambio. Observa en qué momentos sientes perder el control, cuáles son los estímulos que te hacen sentir mucha rabia. Estudia el desarrollo normal de los niños, te será una guía para analizar si lo que ha hecho tu hija es algo que realmente debes disciplinar rígidamente. Gradualmente te darás cuenta cuáles son estos estímulos y ve si puedes controlar tu ira cuando te enfrentes a un momento similar. La experiencia repetida de poder controlar tus emociones en estos momentos te dará la fuerza para superar el conflicto trans-generacional.
De todos modos, no es una tarea fácil, no desistas, en caso necesario busca la ayuda de alguien que te pueda apoyar o la de un profesional.
* Psicóloga clínica, contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico: consultas@hotmail.co.jp
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