La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) comunicó hoy una noticia durísima para el programa espacial nipón. Tras el fallido lanzamiento del cohete H3 número 8 el pasado día 22, las investigaciones iniciales confirman que tanto la segunda etapa del vehículo como el satélite de posicionamiento Michibiki 5 se perdieron definitivamente. El análisis de los datos indica que ambos reingresaron en la atmósfera terrestre y se desintegraron apenas cuatro horas después del despegue.
Durante una reunión del comité de seguridad del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, el gerente del proyecto de JAXA, Arita Makoto, explicó que no se han reportado daños a terceros. El satélite Michibiki 5 era una pieza clave para el Sistema de Satélites Cuasi-Zenit (QZSS), conocido como el «GPS japonés», una infraestructura crítica que busca reducir la dependencia de Japón de los sistemas de navegación extranjeros, como el GPS de Estados Unidos.
UN FALLO INESPERADO
El cohete H3 despegó desde el Centro Espacial de Tanegashima, en la prefectura de Kagoshima, a las 10:51 de la mañana del domingo. Sin embargo, la misión se truncó 25 minutos después cuando el motor de la segunda etapa se detuvo antes de lo previsto. JAXA reveló imágenes capturadas por las cámaras a bordo que muestran anomalías impactantes: pequeños objetos desconocidos dispersos en el espacio en el momento en que se separó el carenado, el protector que cubre al satélite.

Lo más alarmante es que en las fotografías donde debería aparecer el Michibiki 5 tras la apertura de los protectores, el satélite simplemente no estaba visible. Los investigadores sospechan que la presión en el tanque de hidrógeno de la segunda etapa cayó bruscamente justo después de la separación del carenado, lo que provocó el apagado prematuro del motor. JAXA continúa analizando si el satélite llegó a separarse del cohete o si se desprendió de forma violenta debido a un impacto imprevisto.
GOLPE A LA SOBERANÍA TECNOLÓGICA JAPONESA
El satélite perdido forma parte de un lote de tres unidades desarrolladas por Mitsubishi Electric con una inversión total de 100.000 millones de yenes. El objetivo del Gobierno era establecer una constelación de siete satélites para el año 2026, lo que permitiría a Japón operar su propio sistema de posicionamiento de alta precisión de forma totalmente autónoma. Actualmente, el sistema Michibiki logra reducir el margen de error del GPS de 10 metros a tan solo 6 centímetros, siendo vital para la conducción autónoma y la gestión de desastres.
Ante este revés, la Ministra de Política Espacial, Kimi Onoda, expresó su firme determinación de centrar los esfuerzos en el lanzamiento seguro del satélite Michibiki 7 lo antes posible. A pesar de la pérdida, el Gobierno mantiene su visión de expandir la red a 11 satélites en el futuro para fortalecer el respaldo del sistema. El fracaso del H3 número 8 obliga a JAXA a realizar una revisión profunda de sus protocolos de lanzamiento para no comprometer el futuro de la infraestructura espacial nacional. (RI/AG/IP/)
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