Un panel consultivo privado entregó hoy un informe estratégico al ministro de Justicia, Hiroshi Hiraguchi, en el que se urge a una reestructuración de la administración de extranjería. Ante el incremento histórico de la población extranjera, los expertos advierten que es imperativo adecuar la gestión de residencia para frenar el empleo ilegal y garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes.
El documento pone especial énfasis en el mal uso de las visas para profesionales especializados, como técnicos e intérpretes. Se ha detectado que muchos extranjeros bajo el estatus de «Ingeniería, Humanidades y Servicios Internacionales» están realizando labores de mano de obra no cualificada, una práctica estrictamente prohibida. Por ello, el consejo exige una investigación profunda y revisiones legales inmediatas para corregir estas irregularidades.
Como contraparte al control estricto, el informe aboga por la creación de una «sociedad de convivencia» real. Para lograrlo, propone que el Estado asuma la responsabilidad de ofrecer más oportunidades de aprendizaje del idioma y la cultura japonesa. Esta estrategia busca que la integración no sea solo una meta estadística, sino un proceso de adaptación mutua entre los residentes extranjeros y la sociedad local.
Finalmente, los expertos recomendaron al ministro Hiraguchi mantener un análisis dinámico del sistema migratorio para realizar ajustes oportunos según evolucione la realidad del país. La prioridad es clara: Japón debe equilibrar su necesidad de apertura internacional con un control de residencia riguroso y transparente que evite la explotación laboral y el fraude administrativo. (RI/AG/IP/)
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