Una investigación innovadora de la Universidad de Waseda ha demostrado que realizar una sola sesión de ejercicio de baja intensidad de solo tres minutos y medio mejora la función cognitiva y el estado de ánimo en niños y adolescentes. Este es el primer estudio a nivel mundial que evidencia la mejora de la función cognitiva con menos de cinco minutos de ejercicio de baja intensidad. Los hallazgos sugieren que implementar esta actividad sencilla en escuelas o academias podría potenciar la eficiencia del aprendizaje y mejorar la salud mental.
El estudio fue llevado a cabo por un equipo de investigación que incluye a Takashi Naito de la Escuela de Posgrado de Ciencias del Deporte, y los profesores Kaori Ishii y Koichiro Oka de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Waseda. Sus resultados fueron publicados en la revista Scientific Reports el 5 de diciembre de 2025.
CÓMO FUE LA INVESTIGACIÓN
El experimento involucró a un total de 31 participantes, desde estudiantes de quinto grado de primaria hasta el segundo año de secundaria. El protocolo de la prueba implicó una Condición de Reposo y una Condición de Ejercicio. En la condición de ejercicio, los participantes realizaron 3.5 minutos de ejercicio ligero durante un periodo de 15 minutos sentados.
El programa de 3.5 minutos fue diseñado por el mismo grupo de investigación en base a un estudio previo que identificó ejercicios de baja intensidad que aumentan el flujo sanguíneo al córtex prefrontal (la «torre de control» del cerebro). El programa se compone de movimientos que pueden ser realizados en el sitio sin necesidad de herramientas o preparación especial.
EJEMPLOS DE EJERCICIOS
El programa incluye movimientos sencillos de baja intensidad, como los siguientes:
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Toque de dedos y rotación de hombros (Yubi tacchi kata mawashi): Colocar los dedos sobre el hombro correspondiente y rotar los codos en círculos grandes diez veces hacia adelante y diez veces hacia atrás.
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Estiramiento lateral (Saido suctorecchi): Separar los pies, estirar ambos brazos por encima de la cabeza e inclinarse hacia los lados ocho veces.
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Equilibrio sobre una pierna (Katashi baransu): Colocarse de pie con las manos en la cintura y mantener el equilibrio sobre una pierna durante 15 segundos con los ojos abiertos, y luego repetir con la otra pierna.
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Movimientos de dedos (Pulgar y Meñique) (Oyayubi-koyubi): Realizar movimientos de flexión y extensión alternos del pulgar y el meñique con la mano derecha y luego alternar con la izquierda, repitiendo 30 veces.
IMPULSA LA FUNCIÓN EJECUTIVA
El estudio se centró en la función ejecutiva (jikko kino), específicamente el control inhibitorio (yokusei seigyo), la capacidad crucial para el control de la atención, el comportamiento y las emociones.
Los resultados mostraron que, después de la condición de ejercicio, el tiempo de reacción en las tareas cognitivas (el «color-word Stroop task» que mide el control inhibitorio) se redujo significativamente, un indicador de la mejora cognitiva.
En cuanto al estado de ánimo, la condición de ejercicio mostró un aumento significativo en la comodidad (kaiteki-do) y, lo más relevante, evitó la disminución de la alerta (kakusei-do) que se observó tras el periodo de reposo.
Los investigadores esperan que la inclusión de este programa de ejercicio ligero en las aulas de escuelas o academias (al inicio o entre clases) pueda contrarrestar el sedentarismo, elevar la salud mental y, a la vez, potenciar la eficiencia del aprendizaje al mejorar el control inhibitorio. (RI/International Press)
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