La Policía de Ibaraki informó el día 3 que concluyó su investigación sobre una serie de robos de cables de cobre en instalaciones de energía solar ocurridos en las prefecturas de Ibaraki y Chiba. Un hombre de 31 años, de nacionalidad tailandesa y residente en Bando, ya sentenciado por delitos de hurto, está señalado como autor en 248 casos, incluidos intentos frustrados. El monto total del perjuicio asciende a unos 310 millones de yenes.
Según la Unidad de Investigaciones Nº3, los hechos se registraron entre mayo de 2022 y marzo de este año. El sospechoso habría actuado como ejecutor dentro de un grupo de ciudadanos tailandeses, ingresando durante la noche o la madrugada en plantas fotovoltaicas de trece municipios del suroeste de Ibaraki como Chikusei y Tsukuba, así como en instalaciones de Chiba. Allí, utilizaban cortacables para sustraer el material.
Las autoridades señalan que los integrantes del grupo se comunicaban a través de redes sociales. Además, empleaban aplicaciones de mapas para localizar recintos poco visibles. El cobre robado se vendía posteriormente a empresas dedicadas a la compra de metales. (International Press)
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