Japón se prepara para la llegada del fenómeno del polvo amarillo (kosa) en las próximas horas, con una propagación que afectará a casi todo el archipiélago a principios de diciembre. La rareza de este evento en pleno invierno subraya la alerta, pues si el kosa se observa en Osaka en diciembre, sería la primera vez en 15 años (desde 2010), y en Tokio, la primera en 43 años (desde 1982).
El polvo comenzará a llegar este domingo 30 de noviembre, afectando inicialmente a las zonas de Hokkaido y el norte de Tohoku. Sin embargo, entre el lunes 1 y el martes 2 de diciembre, se espera que el kōsa se extienda rápidamente.
LA RUTA DEL POLVO
El pronóstico indica que el lunes 1 de diciembre el polvo afectará la costa del Mar de Japón, incluyendo Kyushu y la región de Chugoku. Con el avance del día, se espera que el kōsa llegue a la costa del Pacífico, sobrevolando Shikoku y Tokai.
La región de Kanto, donde se encuentra Tokio, podría ver la llegada del kosa desde la madrugada hasta la noche del martes 2 de diciembre. Esta amplia dispersión implica la necesidad de tomar precauciones en la vida diaria en todo el país.
RIESGOS RESPIRATORIOS Y CIRCULATORIOS
El Ministerio del Medio Ambiente ha emitido una alerta sobre los efectos del kosa en la salud, instando a la población a tomar medidas preventivas, como el uso de mascarillas y secar la ropa en interiores. La exposición al polvo se ha relacionado con varios riesgos, especialmente en personas vulnerables:
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Alergias: La presencia del polvo aumenta la incidencia de síntomas alérgicos en ojos, nariz y piel, como conjuntivitis y rinitis, con una correlación directa entre la intensidad del kōsa y la gravedad de las molestias.
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Enfermedades Respiratorias: El kōsa puede agravar padecimientos como el asma y otras afecciones respiratorias. Se ha reportado un aumento en la tos, incluso en personas sin historial respiratorio, cuando la concentración del polvo es alta.
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Riesgos Circulatorios: Existen informes que vinculan la llegada del polvo asiático con un aumento en el número de traslados de emergencia y un incremento en las hospitalizaciones por infarto de miocardio (ataque cardíaco) y accidente cerebrovascular. Se aconseja precaución adicional a ancianos y personas con diabetes o enfermedad renal crónica.
Además de los riesgos para la salud, el kosa puede enturbiar el cielo y dejar una capa de polvo en la ropa y los vehículos. En el caso de los automóviles, se recomienda la limpieza solo con agua o con lavado a alta presión para evitar rayar la pintura. (RI/AG/IP/)
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