Los ministros de Relaciones Exteriores de 27 países, entre ellos Japón, Reino Unido, Francia y el resto de la Unión Europea, emitieron una declaración conjunta en la que afirman que la situación humanitaria en la Franja de Gaza ha alcanzado “niveles inimaginables”. El pronunciamiento urge a una respuesta inmediata para frenar la creciente hambruna que azota al enclave palestino.
El texto expresa una fuerte preocupación por los reiterados incidentes en los que civiles que acuden a centros de distribución de alimentos han resultado muertos o heridos por disparos. Estos ataques se han producido incluso en las inmediaciones de instalaciones coordinadas por Israel y Estados Unidos. Los cancilleres subrayan que en los puntos de entrega no debe usarse la fuerza con intención de matar y que la asistencia humanitaria debe distribuirse de forma segura.
La crisis se agrava por las restricciones impuestas por Israel al ingreso de ayuda a Gaza, situación que ha sido denunciada por la comunidad internacional como un caso de “hambre inducida”, en palabras del director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Pese a que a finales de julio Israel anunció medidas para acelerar el ingreso de suministros, las condiciones sobre el terreno no han mostrado mejoría significativa.
El comunicado llama a abrir canales de asistencia más amplios y rápidos, garantizar el acceso de las agencias humanitarias y proteger la vida de los civiles en todo momento. La advertencia de los cancilleres busca presionar a todas las partes involucradas para que se priorice la supervivencia y dignidad de la población gazatí frente a cualquier consideración política o militar.
Para Israel, la fuerzas de Hamás se aprovechan de la ayuda humanitaria en desmedro de los verdaderos necesitados y tras sus ataques se mezclan entre los civiles para provocar la respuesta israelí. (RI/AG/IP/)
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