Los principales partidos del oficialismo y la oposición en Japón llegaron a un acuerdo para abolir este año el controvertido impuesto al precio de la gasolina, conocido como la “tasa impositiva provisional”. La medida, vigente desde hace décadas, añade 25,1 yenes por litro al precio del combustible.
La decisión fue sellada hoy durante una reunión en el Parlamento entre los líderes parlamentarios de seis partidos: el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), Komeito, el Partido Constitucional Democrático (Rikken Minshuto), Nippon Ishin no Kai, el Partido Democrático Popular y el Partido Comunista. Todos firmaron un documento de compromiso para aprobar el proyecto de ley correspondiente en la sesión extraordinaria del parlamento que comenzará el 1 de agosto.
El presidente de la bancada del PLD, Sakamoto Tetsushi, declaró tras la reunión: “Vamos a afrontar este proceso con actitud positiva y responsabilidad para que la abolición se concrete durante la sesión de otoño”.
Por su parte, el representante del Partido Constitucional Democrático, Kasa Hirofumi, afirmó que la victoria de la oposición en las recientes elecciones a la Cámara Alta marcó un punto de inflexión. “Este es un resultado concreto del vuelco en la correlación de fuerzas en el Senado”, sostuvo.
PUNTOS CLAVE DE LA MEDIDA
El bloque opositor tiene previsto presentar formalmente el proyecto de ley el 1 de agosto, con la esperanza de que entre en vigor el 1 de noviembre. Entre sus propuestas figura una eliminación escalonada del impuesto, utilizando subsidios como medida de amortiguación para evitar un impacto brusco en la economía, especialmente en los pequeños comercios como las estaciones de servicio.
Uno de los puntos clave será establecer fuentes alternativas de ingresos fiscales que compensen la pérdida recaudatoria por la eliminación del impuesto. También se discutirá cómo reducir la carga administrativa y financiera sobre las gasolineras. Para ello, se constituirá una mesa de trabajo entre técnicos del oficialismo y la oposición que celebrará su primera reunión entre el 1 y el 5 de agosto.
El impuesto adicional a la gasolina ha sido objeto de debate por años. En la última legislatura, la oposición logró que la Cámara Baja aprobara su derogación, pero el Senado, controlado entonces por el oficialismo, bloqueó su avance. Esa situación cambió tras las elecciones del 20 de julio, en las que la coalición gobernante perdió la mayoría en la Cámara Alta, abriendo el camino a un cambio legislativo.
Voces en el PLD dijeron que el nuevo equilibrio de fuerzas parlamentarias los obliga a actuar en consonancia con “la nueva voluntad popular expresada en las urnas”. (RI/AG/IP/)
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