Tras el trágico incidente en el que un repartidor de periódicos perdió la vida por el ataque de un oso pardo, el pueblo de Fukushima se enfrenta a una creciente preocupación: múltiples informes de osos hurgando en cubos de basura. Un letrero de advertencia «¡Peligro! ¡Cuidado con los osos!» está colocado en una vía de la localidad que hace parte del distrito de Matsumae, en la prefectura de Hokkaido.
El Instituto de Investigación Integral de Hokkaido, que analiza los rastros en el lugar, ha advertido que los osos «podrían haber adquirido el gusto por la comida humana y estar obsesionados con ella». La policía de la prefectura y la Asociación de Caza continúan con la vigilancia y la búsqueda del oso que atacó al hombre.
Ayer, expertos del instituto inspeccionaron no solo el lugar del ataque y donde se encontró el cuerpo, sino también otras zonas de la ciudad donde se habían reportado avistamientos de osos pardos. Los rastros confirmados, como huellas, indican que al menos dos osos pardos han estado merodeando la zona.
Entre las razones por las que los osos pardos se acercan a las zonas habitadas, se considera la posibilidad de que individuos de menor rango, temerosos de machos grandes durante la temporada de apareamiento, desciendan de las montañas. Sin embargo, un factor adicional y preocupante es que, al haber consumido basura en zonas residenciales, podrían haber desarrollado una «fijación» por el sabor de la comida humana.
La mañana de ayer un cubo que contenía residuos orgánicos fue encontrado volcado en el patio trasero de la casa de una anciana en el pueblo, confirmando la persistencia de esta conducta en los osos. (RI/AG/IP/)
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