Más de un centenar de gatos muertos fueron hallados ayer en la casa de una mujer que realizaba tareas de protección animal en el distrito Kita, en la ciudad de Kumamoto. La mujer acogía regularmente gatos entregados por el centro municipal de control animal y por particulares que no podían seguir haciéndose cargo de ellos.
El caso salió a la luz tras la denuncia de una pareja residente en la prefectura. En mayo, entregaron dos gatos que habían pertenecido a la madre fallecida del matrimonio y abonaron 40.000 yenes a la mujer, quien se había comprometido a buscarles un nuevo hogar.
Pasadas unas semanas, y ante las evasivas recibidas al intentar conocer el estado de los animales, la pareja exigió su devolución. La mujer alegó entonces que uno de los gatos había muerto. Al acudir a la vivienda para comprobar la situación, encontraron el cadáver del animal con signos visibles de deterioro, incluida la pérdida de parte de la piel.
La pareja alertó a la policía y al Centro de Protección Animal de Kumamoto. Las autoridades y técnicos accedieron al domicilio, donde encontraron más de 100 cadáveres de gatos en diversas condiciones de descomposición.
Ese mismo día, voluntarios de otra organización, acompañados por agentes, rescataron alrededor de diez gatos vivos.
“Nos equivocamos al confiarle a nuestros gatos”, expresó la pareja denunciante. “Nos duele profundamente por ellos. No queremos que esta persona vuelva a estar al cuidado de ningún animal”.
Las autoridades locales continúan investigando las causas de las muertes y las posibles responsabilidades penales. (International Press)
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