Un tribunal japonés ha ordenado a un exmilitar estadounidense, que prestaba servicio en la base naval de Yokosuka, pagar una indemnización de aproximadamente 16,4 millones de yenes a cuatro personas que resultaron heridas tras ser agredidas de forma aleatoria en la vía pública en la ciudad de Zushi, prefectura de Kanagawa. El fallo, emitido el 25 de abril por el Tribunal de Distrito de Yokohama, reconoce la responsabilidad civil del acusado, quien ya se encuentra fuera del país.
Según los documentos judiciales, los hechos ocurrieron la noche del 9 de julio de 2022, en las inmediaciones de la playa de Zushi. El acusado, Daniel Krieger, de 31 años, arremetió sin provocación contra cuatro transeúntes, empujándolos y golpeándolos. Una de las víctimas sufrió la fractura de huesos faciales tras recibir una patada.
En la demanda civil, los cuatro afectados solicitaron una compensación total cercana a los 21 millones de yenes, argumentando daños físicos, secuelas psicológicas y sufrimiento emocional. El tribunal reconoció cerca del 80 % de la suma reclamada.
Durante el proceso, la defensa alegó que el exmilitar no era responsable debido a un estado de intoxicación aguda por alcohol, acompañado de un episodio de delirio. No obstante, el tribunal desestimó esta línea argumental. En su fallo, el juez Takahiko Fujisawa señaló que el acusado se hallaba bajo un fuerte estrés emocional derivado de una discusión con su esposa y de una condición médica previa, y que el consumo excesivo de alcohol exacerbó su estado. La sentencia concluyó que Krieger dirigió su agresividad, de manera impulsiva, contra personas ajenas a su situación personal.
En septiembre de 2024, el mismo tribunal ya lo había condenado en un proceso penal a dos años y cuatro meses de prisión, con una suspensión de cuatro años, por el delito de lesiones.
La ejecución del pago de la indemnización podría verse obstaculizada debido al regreso del acusado a Estados Unidos. Los representantes legales de las víctimas indicaron que, si no es posible hacer efectiva la sentencia, se solicitará al gobierno japonés o a las autoridades estadounidenses el pago del mismo monto, en virtud del Acuerdo de Estatus de las Fuerzas entre ambos países.
Tras conocerse la decisión judicial, una de las víctimas, una mujer de 61 años, que sufrió fracturas de mandíbula y naríz, expresó su frustración por la ausencia de disculpas o gestos de reparación por parte del acusado. Su abogado, Masahiko Goto, valoró la sentencia como un precedente significativo, aunque criticó el hecho de que el exmilitar haya abandonado Japón antes de que pudiera ejecutarse el fallo. (International Press)
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