Una estatua budista considerada bien cultural tangible de la prefectura de Nagasaki será devuelta a Japón el 10 de mayo, trece años después de haber sido robada del templo Kannonji, en la isla de Tsushima y posteriormente localizada en Corea del Sur. La información fue confirmada por varias fuentes relacionadas con el proceso de restitución.
La figura, una escultura sentada de Kannon Bosatsu (Bodhisattva de la Compasión), un bien cultural tangible de la prefectura de Nagasaki, fue sustraída del templo Kannonji en 2012. Posteriormente apareció en Corea del Sur, donde fue objeto de un prolongado litigio. Tras años de procedimientos judiciales, las autoridades surcoreanas determinaron que la estatua pertenece legítimamente al templo japonés, desestimando la reclamación de propiedad del templo Busoksa, que alegaba que la pieza había sido trasladada a Japón en circunstancias históricas no aclaradas.
Actualmente, la estatua se encuentra en custodia temporal en Busoksa, a la espera de su entrega oficial. Según las fuentes consultadas, representantes del templo Kannonji viajarán a Corea del Sur para formalizar la recepción de la escultura el próximo 10 de mayo, en el marco de un acuerdo alcanzado entre ambas instituciones religiosas.
Una vez restituida, la pieza será trasladada a Kannonji, donde se celebrará una ceremonia conmemorativa dirigida a los residentes locales. Posteriormente, será depositada en el museo de Tsushima, donde permanecerá bajo resguardo.
El exsacerdote principal de Kannonji, Sekko Tanaka, expresó su agradecimiento por el desenlace: “Es un deseo de 13 años que por fin se cumple. Agradezco la cooperación entre personas de buen juicio en Japón y Corea del Sur. Quiero regresar la estatua lo antes posible al templo y comunicar a la comunidad que Kannon-sama ha vuelto”. (International Press)
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