
Las autoridades han determinado que el conductor del autobús nocturno de la empresa Seibu Lanko Bus que se estrelló contra un bosque en la prefectura de Mie falleció, posiblemente, por una complicación cardíaca repentina y no por las heridas del accidente.
El suceso ocurrió el sábado pasado, 22 de marzo, alrededor de las 20:30 horas en la localidad de Mihama, cuando un autobús nocturno con destino a Saitama se desvió de la carretera y se estrelló contra un bosque de protección contra el viento. El conductor, un hombre de 57 años, perdió la vida en el incidente, mientras que 21 pasajeros fueron trasladados al hospital con diversas lesiones.
SIN FRENAZO NI CONDUCCIÓN ERRÁTICA
Las primeras investigaciones revelaron que no se encontraron marcas de frenado en la carretera, lo que indicaba que el autobús no había intentado reducir la velocidad antes del impacto. Según las declaraciones de los pasajeros, el vehículo no mostró signos de maniobras bruscas ni conducción errática antes del choque.
«No hubo giros repentinos ni zigzagueos. De repente, sentimos que el autobús caía y luego vino el impacto», relató uno de los pasajeros a Nippon TV.
Las autoridades sospechaban que el conductor podría haber sufrido un problema de salud antes del accidente, lo que llevó a la policía a realizar un registro en la oficina de Seibu Kanko Bus en Saitama bajo la sospecha de negligencia en la operación del vehículo.
Tras la autopsia, se confirmó que el conductor no presentaba heridas graves y que su fallecimiento se debió a una complicación cardíaca repentina, como un posible infarto de miocardio o un problema cardíaco súbito. La empresa afirmó que el chofer no presentaba problemas de salud previos y que había descansado antes de tomar el volante del la unidad. (RI/AG/IP/)
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