El mundo del boxeo está de luto tras el fallecimiento de George Foreman, ex campeón mundial de los pesos pesados y una de las figuras más icónicas de la historia del deporte. Su familia anunció hoy la noticia a través de sus redes sociales, informando que Foreman murió ayer, 21 de marzo a los 76 años, rodeado de sus seres queridos.
Foreman dejó una huella imborrable en el boxeo. En 1968 ganó la medalla de oro en la categoría de peso pesado en los Juegos Olímpicos de México y, un año después, inició su carrera profesional. En 1973 alcanzó la cima al derrotar por nocaut técnico en el segundo asalto a Joe Frazier, conquistando los títulos de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA) y el Consejo Mundial de Boxeo (WBC).
LA PELEA CON MOHAMED ALI
Sin embargo, en 1974 sufrió una de las derrotas más recordadas de la historia ante Muhammad Ali en la mítica pelea conocida como el «Milagro de Kinshasa», en la que Ali venció a un Foreman que hasta ese momento lucía imbatible.
Tras esa derrota, Foreman continuó en el boxeo por algunos años más, pero en 1977, a los 28 años, decidió retirarse y dedicarse a la vida religiosa como predicador. Sin embargo, su historia no terminó ahí. En 1987, con 38 años, sorprendió al mundo al anunciar su regreso al ring, desafiando todas las expectativas.
VOLVIÓ AL RING A LOS 45 AÑOS
Luego de varias peleas, en 1994, a los 45 años y 9 meses, volvió a hacer historia al derrotar por nocaut a Michael Moorer, convirtiéndose en el campeón mundial de peso pesado más longevo de la historia hasta ese momento, obteniendo los títulos de la WBA y la Federación Internacional de Boxeo (IBF). Con ello, Foreman logró redimirse de su derrota ante Ali dos décadas atrás, demostrando su resistencia y fortaleza inigualables.
Más allá del boxeo, Foreman se convirtió en un exitoso hombre de negocios, alcanzando fama con su línea de parrillas eléctricas George Foreman Grill, que vendió millones de unidades en todo el mundo. También fue un destacado filántropo y mentor de jóvenes, promoviendo valores como la disciplina y la perseverancia.
Su familia compartió un emotivo mensaje en redes sociales, en el que lo describieron como «un hombre de fe inquebrantable, humildad y propósito», además de resaltar su amor por su familia y su compromiso con ayudar a los demás.
El legado de George Foreman trasciende los cuadriláteros. Fue un guerrero dentro y fuera del ring, un hombre que supo reinventarse y dejar una huella imborrable en la historia del deporte y la vida. (RI/AG/IP/)
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