El gobierno de Canadá informó ayer que China ejecutó este año a cuatro ciudadanos canadienses condenados a muerte por delitos de narcotráfico. A pesar de los reiterados llamados de Canadá para una medida de clemencia, las autoridades chinas rechazaron cualquier reconsideración. La ejecución agrava aún más las tensiones políticas y económicas entre ambos países.
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, condenó enérgicamente la ejecución de los cuatro ciudadanos, expresando su rechazo en una rueda de prensa en Ottawa. Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning, defendió la decisión del gobierno chino afirmando que «China es un país regido por la ley y ha actuado conforme a sus normativas judiciales». Además, instó a Canadá a abstenerse de interferir en el sistema legal chino.
Es poco común que ciudadanos occidentales sean ejecutados en China, lo que refuerza la percepción de que esta acción podría estar vinculada a la creciente disputa entre ambos países, según comentó la agencia AP.
Las relaciones entre China y Canadá se han deteriorado en los últimos meses. En octubre de 2024, Canadá impuso aranceles adicionales a los vehículos eléctricos chinos, lo que generó represalias de Pekín con la aplicación de aranceles a productos agrícolas y pesqueros canadienses. Además, el gobierno chino protestó por la reciente declaración conjunta de los ministros de Relaciones Exteriores del G7, celebrada en Canadá este mes, en la que se criticaban diversas políticas chinas. (RI/AG/IP/)
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