
A medida que se acercan las elecciones a la Cámara de Senadores en Japón, dentro del Partido Liberal Democrático (PLD) crecen las voces que exigen la destitución del primer ministro Shigeru Ishiba. La polémica en torno a la reforma del sistema de gastos médicos de alto costo ha generado un clima de insatisfacción y tensión dentro de la formación gobernante, con llamados a repetir la elección para presidente del partido.
El senador Shoji Nishida, miembro del PLD y antiguo afiliado a la facción Abe, expresó abiertamente su descontento durante una reunión del partido realizada ayer. «Tras la aprobación del presupuesto, Ishiba debe renunciar y elegir a un nuevo líder. De lo contrario, sufriremos una derrota catastrófica en las elecciones de la Cámara Alta», advirtió Nishida ante sus colegas y los medios de comunicación.
Esta declaración se suma a un creciente malestar dentro del partido, aunque aún no parece haber un movimiento generalizado en favor de una nueva elección del liderazgo. Legisladores cercanos a Nishida han manifestado su escepticismo, sugiriendo que su postura responde más a preocupaciones electorales individuales que a una iniciativa ampliamente respaldada dentro del PLD.
EL FACTOR DEL SISTEMA DE GASTOS MÉDICOS
Uno de los principales detonantes del descontento ha sido la gestión de Ishiba en torno a la reforma del sistema de gastos médicos de alto costo. La indecisión del primer ministro y los constantes cambios en la propuesta generaron frustración dentro de su propio partido. Inicialmente, el presupuesto aprobado en la Cámara de Diputados incluía un aumento en los límites de copago para pacientes con enfermedades graves, pero días después, Ishiba anunció la suspensión de la medida.
Este giro inesperado no solo generó incertidumbre en la coalición gubernamental, sino que también provocó una reacción adversa en el Parlamento. Ahora, el primer ministro deberá comparecer ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados para justificar su cambio de postura.
La decisión de Ishiba fue bien recibida por algunos sectores, como asociaciones de pacientes con cáncer, quienes expresaron su gratitud por haber frenado el aumento del copago. Sin embargo, desde dentro del PLD se le acusa de una falta de liderazgo y de debilitar la confianza en el gobierno. «El partido está dando señales de inconsistencia en su toma de decisiones», dijo por su parte el legislador Takayuki Kobayashi, rival de Ishiba en la última elección del liderazgo partidario.
LA OPOSICIÓN APROVECHA LA INESTABILIDAD
Los partidos opositores han reaccionado rápidamente ante la crisis interna del PLD. El líder del Partido Democrático para el Pueblo, Yuichiro Tamaki, declaró que «el PLD está demostrando un grave déficit de gobernabilidad». Por su parte, el secretario general del Partido Constitucional Democrático, Junya Ogawa, calificó la gestión de Ishiba como «una muestra clara de falta de liderazgo».
A pesar de estas críticas, Ogawa también puso en duda la legitimidad del reclamo de Nishida, sugiriendo que su insistencia en repetir la elección del liderazgo responde más a intereses personales que a una preocupación genuina por el rumbo del país.
La incertidumbre política en el PLD llega en un momento crítico, con las elecciones de la Cámara de Consejeros programadas para este verano. La reducción de la militancia partidaria, que ha caído en más de 62.000 miembros en el último año, añade presión sobre la cúpula del partido. (RI/AG/IP/)
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