Un tribunal de Tokio absolvió a un médico acusado de cometer actos lascivos contra una paciente tras una cirugía, al considerar que la víctima pudo haber experimentado alucinaciones debido a un trastorno postoperatorio.
El fallo, emitido hoy por el Tribunal Superior de Tokio, confirmó la sentencia absolutoria dictada en primera instancia por el Tribunal de Distrito de Tokio y rechazó la apelación de la fiscalía.
El caso giró en torno al testimonio de la paciente, quien aseguró haber sido agredida tras someterse a una cirugía con anestesia general. Durante el juicio, se debatió si su testimonio pudo haber sido afectado por un estado de «delirio postoperatorio», una alteración de la conciencia que puede causar alucinaciones. También se cuestionó la fiabilidad del análisis de ADN que detectó material genético del acusado en el pecho de la paciente.
El tribunal concluyó que no se podía descartar la posibilidad de que la mujer hubiese experimentado alucinaciones al despertar de la anestesia. Además, señaló que el análisis de ADN presentaba un margen de variabilidad significativo y que la presencia del material genético no era suficiente para probar la comisión del delito.
¿Y EL ADN EN EL CUERPO DE LA MUJER?
En 2019, el Tribunal de Distrito de Tokio había absuelto al médico con base en la posibilidad de que la paciente hubiese sufrido alucinaciones y en la hipótesis de que el ADN detectado podía haber sido transferido a través de la saliva o el sudor durante una conversación o examen médico.
Sin embargo, en 2020, el Tribunal Superior de Tokio revocó la sentencia y condenó al médico a dos años de prisión, al considerar que la cantidad de ADN hallada en el cuerpo de la víctima no podía explicarse únicamente por contacto indirecto.
En 2022, la Corte Suprema anuló la condena, argumentando que la evaluación médica que descartó la posibilidad de alucinaciones no era científicamente sólida y que persistían dudas sobre la fiabilidad del análisis de ADN. El caso fue devuelto al Tribunal Superior de Tokio para una nueva revisión.
El médico, quien había sido acusado de cometer la agresión en mayo de 2016 en un hospital del distrito de Adachi, Tokio, sostuvo su inocencia durante todo el proceso.
Tras el fallo, el fiscal adjunto del Tribunal Superior de Tokio, Eiji Ito, declaró que la fiscalía analizará detenidamente la sentencia y tomará las medidas que considere apropiadas. (RI/AG/IP/)
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