
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, fue liberado anoche después de que los fiscales decidieran no apelar la orden de un tribunal de distrito que cancelaba su arresto.
A su salida del Centro de Detención de Seúl, Yoon saludó a sus seguidores, quienes lo recibieron con vítores. El mandatario destituido se inclinó varias veces ante ellos antes de abordar un automóvil que lo llevó a su residencia en el centro de la capital surcoreana.
«Agradezco a todas las personas que han mostrado su apoyo a pesar del frío. Y estoy profundamente agradecido por nuestras futuras generaciones», expresó Yoon en un comunicado.
UN JUICIO QUE SIGUE SU CURSO
A pesar de su liberación, Yoon continúa enfrentando un juicio penal por el cargo de insurrección. El mismo tribunal de distrito que anuló su arresto llevará a cabo la segunda audiencia preparatoria a finales de este mes.
La liberación de Yoon se produjo un día después de que el Tribunal del Distrito Central de Seúl anulara su arresto por un tecnicismo en el proceso de presentación de cargos. Según el tribunal, la acusación de insurrección contra Yoon se presentó después de que expirara su período de detención de 10 días.
Los fiscales intentaron argumentar que dos de los días de detención debían excluirse del conteo, basándose en una norma que excluye el tiempo en el que los documentos de la investigación permanecen en posesión del tribunal. Sin embargo, el tribunal determinó que esta norma no justifica la exclusión de días completos.
DECISIÓN CONTROVERTIDA Y REACCIONES POLÍTICAS
«Es apropiado cancelar el arresto para aclarar los procedimientos y resolver dudas sobre la legitimidad del proceso de investigación», señaló el tribunal en un comunicado.
Yoon había permanecido detenido en el Centro de Detención de Seúl desde su arresto hace un mes y medio, tras declarar una ley marcial de corta duración a principios de diciembre.
Su liberación se produce en un momento crucial, ya que el Tribunal Constitucional podría pronunciarse sobre su proceso de destitución la próxima semana. Si la corte ratifica la destitución aprobada por la Asamblea Nacional, Yoon será removido de su cargo y deberán celebrarse elecciones presidenciales en un plazo de 60 días. En caso contrario, el presidente retomará sus funciones de inmediato.
La decisión de anular el arresto fue duramente criticada por figuras de la oposición política. Kim Dong-yeon, gobernador de la provincia de Gyeonggi y miembro del principal partido opositor, el Partido Democrático, calificó la decisión de «absurda». (RI/AG/IP)
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