El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció esta semana la suspensión del intercambio de inteligencia con Ucrania, lo que ya está impactando la operatividad de los sistemas de lanzamiento de cohetes HIMARS en el campo de batalla.
Según el Washington Post, al menos una unidad de artillería del ejército ucraniano ha dejado de recibir las coordenadas necesarias para atacar objetivos situados a más de 65 kilómetros de distancia de la línea del frente. Un oficial ucraniano citado por el medio indicó que esta interrupción comenzó aproximadamente un mes atrás, antes de la reunión entre los mandatarios de EEUU y Ucrania el 28 de febrero y del anuncio oficial de la suspensión el 5 de marzo.
Los HIMARS, con un alcance de hasta 92 kilómetros y capaces de disparar misiles guiados de casi 300 kg desde vehículos de lanzamiento con ruedas, han sido fundamentales para la artillería ucraniana. Actualmente, el ejército de Ucrania dispone de alrededor de 40 de estos sistemas.
El periodista Oliver Carroll, de la revista The Economist, informó el 5 de marzo que «Estados Unidos bloqueó un importante canal de información en torno a las 2 p. m., hora de Kiev. Antes de eso, también se había cortado el acceso a datos de designación de objetivos para los HIMARS».
Para alcanzar sus objetivos con precisión, los HIMARS requieren coordenadas derivadas manualmente o con ayuda de GPS, obtenidas mediante satélites, drones, intercepción de señales y observadores en el terreno. Dado que la inteligencia estadounidense cubría especialmente áreas situadas a más de 65 kilómetros del frente, su ausencia hace que la localización de objetivos para ataques de largo alcance sea ahora más compleja.
A pesar de esta limitación, los HIMARS continúan operando en distancias más cortas. Recientemente, fueron utilizados en la región de Donetsk, cerca de Pokrovsk, donde atacaron concentraciones de tropas rusas. En esa zona, las fuerzas enemigas están tan próximas que los objetivos pueden ser identificados incluso con drones de corto alcance.
ALTERNATIVAS PARA UCRANIA
Ucrania sigue contando con sus propios sistemas de inteligencia, especialmente drones desplegados en el frente y sus alrededores. Sin embargo, la identificación de objetivos a larga distancia ha dependido en gran medida de la información proporcionada por Estados Unidos.
A pesar del revés, los aliados europeos de Ucrania poseen capacidades de vigilancia espacial similares a las estadounidenses, aunque en menor escala, y podrían ayudar a llenar este vacío. Además, existen empresas privadas que ofrecen servicios de inteligencia satelital a cambio de financiación, lo que podría ser una opción viable para Ucrania. (RI/AG/IP/)
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