En respuesta a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 25 % a las importaciones canadienses, varias provincias de Canadá han anunciado medidas de represalia contra los productos estadounidenses. Entre ellas, Ontario ha prohibido la venta de bebidas alcohólicas de origen estadounidense en sus establecimientos estatales.
Doug Ford, primer ministro de Ontario, anunció el 2 de febrero que la provincia eliminará los productos alcohólicos de EE.UU. de las tiendas de la Ontario Liquor Control Board (LCBO), la agencia estatal que regula la venta de alcohol. A partir del 4 de febrero, las bebidas estadounidenses desaparecerán de los estantes y se retirarán de los catálogos de pedidos para restaurantes y minoristas.
Ford instó a los consumidores a priorizar productos nacionales: «Es el momento ideal para elegir nuestras excelentes bebidas de Ontario y Canadá», declaró en un comunicado.
Ontario, la provincia más poblada y económicamente fuerte de Canadá, genera alrededor de 1.000 millones de dólares canadienses (aproximadamente 1.060 millones de dólares estadounidenses) en ventas de bebidas alcohólicas estadounidenses a través de la LCBO.
Siguiendo el ejemplo de Ontario, las provincias de Columbia Británica, Quebec y Terranova y Labrador también anunciaron la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas provenientes de EEUU, según informó la cadena pública CBC.
Esta decisión se enmarca en la política de represalias económicas del gobierno canadiense. El 1 de febrero, el primer ministro Justin Trudeau anunció la imposición de aranceles del 25 % sobre importaciones estadounidenses valoradas en 155.000 millones de dólares canadienses (aproximadamente 16,5 billones de yenes). Entre los productos afectados se encuentran cerveza, vino y bourbon, junto con otros bienes estratégicos.
Trudeau también instó a los ciudadanos a consumir productos locales y fomentar el turismo interno como respuesta a las medidas de Washington.
La escalada de tensiones comerciales entre ambos países ha generado preocupación en el sector empresarial, que advierte sobre posibles consecuencias en la industria de alimentos y bebidas en América del Norte. (RI/AG/IP/)
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