Tras intensas negociaciones mediadas por Catar, Israel y la organización palestina Hamás han alcanzado un acuerdo para un alto al fuego temporal de 42 días, que entrará en vigor el 19 de enero. Este cese de hostilidades marca la primera pausa significativa desde la tregua de noviembre de 2023 y se considera un paso clave hacia una posible resolución del conflicto.
El acuerdo, anunciado por el primer ministro y ministro de Exteriores catarí, Muhammad bin Abdulrahman Al-Thani, consta de tres fases:
Fase inicial: Una tregua de 42 días durante la cual Israel comenzará a retirar sus tropas de las áreas más densamente pobladas de Gaza, mientras Hamás liberará a 33 rehenes, incluidos mujeres, niños y ancianos. Por su parte, Israel liberará a cientos de prisioneros palestinos.
Segunda fase: Negociaciones encaminadas a lograr un cese al fuego permanente y la retirada total de las fuerzas israelíes. Este proceso comenzará el día 16 de la tregua y, mientras continúe, el alto al fuego será extendido.
Tercera fase: Implementación de un plan de reconstrucción masiva en Gaza para reparar la devastación causada por meses de conflicto.
El acuerdo también contempla la entrada diaria de 600 camiones con ayuda humanitaria a Gaza, el regreso de los desplazados internos al norte del territorio y un esfuerzo internacional coordinado para aliviar la crisis humanitaria.
REACCIONES Y DESAFÍOS
A nivel interno, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, logró aprobar el acuerdo en el gabinete pese a la oposición de partidos de extrema derecha dentro de su coalición. En un discurso televisado, el presidente israelí, Isaac Herzog, calificó la decisión como “un acto correcto y necesario” que prioriza la liberación de rehenes.
Por su parte, el líder negociador de Hamás, Ismail Haniyeh, declaró a los residentes de Gaza que este acuerdo simboliza una victoria para la resistencia palestina y una derrota para Israel.
EL IMPACTO HUMANITARIO
La guerra comenzó tras un ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 que dejó 1.200 muertos y la toma e 240 rehenes en Israel. Según cifras de las autoridades sanitarias de Gaza, más de 46.000 personas, principalmente mujeres y niños, han muerto en los bombardeos israelíes que perseguían a militantes de Hamas que se mezclaban o escondían entre la población civil.
A estas alturas, el 90% de la población de Gaza enfrenta inseguridad alimentaria severa, y la destrucción masiva de la infraestructura que ha dejado a 1,9 millones de personas desplazadas.
El cese de hostilidades también busca contener la expansión del conflicto hacia países vecinos, donde grupos armados proiraníes en Líbano y Yemen han intensificado sus ataques apoyados con armas por Irán.
El presidente estadounidense, Joe Biden, quien participó activamente en las negociaciones, calificó el acuerdo como uno de los desafíos diplomáticos más difíciles de su carrera y destacó que el cese al fuego es esencial para aliviar el sufrimiento en Gaza y permitir su reconstrucción. (RI/AG/IP/)
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