El número de pacientes con influenza estacional reportados en Japón ha alcanzado un promedio de 64,39 casos por centro médico, el nivel más alto registrado desde que se comenzaron a recopilar estadísticas en 1999.
Según el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, esta cifra, correspondiente a la última semana de diciembre, representa más del doble del umbral de alerta establecido en 30 casos por institución.
La situación epidemiológica se ha agravado durante las últimas diez semanas consecutivas, marcando un repunte alarmante. Este incremento sostenido se traduce en la mayor incidencia de la influenza para este periodo en la última década.
Hasta el momento, 43 de las 47 prefecturas del país han superado el nivel de alerta. Las más afectadas son Oita, con 104,84 casos por centro médico, y Kagoshima, con 96,40 casos.
En Gifu, un brote en un centro de atención para mayores resultó en múltiples contagios y la muerte de algunos residentes, ilustrando la gravedad de la situación. Ante este panorama, el Ministerio de Salud ha instado a la población a reforzar las medidas preventivas básicas, como el lavado frecuente de manos, el uso de mascarillas, la ventilación de espacios cerrados y la práctica de la higiene respiratoria.
Las autoridades también han hecho un llamado a las personas con síntomas a evitar lugares concurridos y a buscar atención médica temprana para reducir el riesgo de complicaciones y la propagación del virus. (RI/AG/International Press)
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