El general Ígor Kirílov, jefe de las tropas de defensa radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, murió este miércoles junto a su asistente en un atentado con explosivos en Moscú. La detonación se produjo en el barrio de Riazanski Prospekt, al sureste de la capital rusa, cuando ambos salían de un edificio residencial.
Según informaciones difundidas por varios canales rusos de Telegram y confirmadas posteriormente por medios oficiales como RT, la explosión habría sido resultado de un artefacto instalado en una bicicleta estacionada a un costado de la entrada del edificio.
La muerte del general Kirílov se produce en un contexto de tensiones crecientes y en un momento particularmente delicado para el Kremlin. Kirílov, un alto mando militar especializado en defensa química y biológica, había sido señalado recientemente por la Seguridad del Estado de Ucrania (SBU).
Las autoridades ucranias acusaron al general de estar vinculado con operaciones militares rusas que podrían haber involucrado el uso de armas químicas en el conflicto en Ucrania. La SBU le había notificado cargos en ausencia, aunque no trascendieron más detalles al respecto.
El atentado ha generado una rápida respuesta entre círculos oficiales y en redes sociales rusas, donde el suceso ha sido calificado como un ataque directo a la estructura de seguridad de Moscú.
El atentado de Moscú refleja un incremento en los ataques selectivos en territorio ruso desde el inicio de la guerra en Ucrania. Durante los últimos meses, varios altos mandos militares, figuras políticas y colaboradores del Kremlin han sido blanco de atentados, tanto en la capital como en otras regiones del país.
En abril de 2023, la periodista y bloguera progubernamental Daria Dugina, hija del ideólogo ultranacionalista Aleksandr Duguin, murió en una explosión similar en la región de Moscú. (RI/AG/IP/)
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