La policía de la prefectura de Yamanashi destituyó y remitó a la fiscalía a un subinspector de 62 años tras confirmarse que había conducido una patrulla en estado de ebriedad durante un operativo en octubre. El incidente ocurrió en la localidad de Nanbu, al sur de la prefectura, mientras el oficial respondía a un reporte sobre un vehículo estacionado de manera irregular.
De acuerdo con las autoridades, el subinspector manejó el vehículo oficial desde una estación cercana al lugar de los hechos. Un ciudadano que se encontraba en la escena notó un fuerte olor a alcohol en el oficial y notificó a la policía. Posteriormente, se realizó una prueba de aliento que confirmó que el nivel de alcohol en el organismo del subinspector excedía los límites legales establecidos.
Durante la investigación, el subinspector admitió haber consumido bebidas alcohólicas la noche anterior. Según su testimonio, había ingerido cinco vasos de shōchū mezclado con té de cebada y varios vasos de highball, aunque no pudo precisar cuántos había bebido de estos últimos.
El 12 de diciembre, la jefatura policial de Yamanashi destituyó al oficial de su cargo y lo envió a la fiscalía para que se evalúe su situación legal.
El director de la División de Asuntos Policiales de Yamanashi, Daisuke Hirayama, emitió una disculpa pública en nombre de la institución: “Como oficiales encargados de erradicar la conducción bajo los efectos del alcohol, este comportamiento es inaceptable. Nos comprometemos a prevenir su repetición y a trabajar para recuperar la confianza pública”. (International Press)
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